La diarrea durante los primeras días de vida es una patología compleja, y en muchas granjas un problema persistente e insidioso. Ésta disminuye las producciones debido a la mortalidad, reducción del crecimiento, y a las múltiples medidas que se requieren para su control, que a su vez ocasionan costes y frustración entre veterinarios y granjeros. En el lechón recién nacido, la diarrea se considera generalmente de naturaleza infecciosa (causada por agentes tales como Rotavirus, Coronavirus, E. coli, Clostridios y Coccidios), pero existen también otros factores asociados al manejo, ambiente e higiene que determinarán su manifestación. En recientes estudios se ha demostrado que la prevalencia de Cl. perfringens tipo A es elevada en los casos de tipo persistente. Por ello, un diagnóstico diferencial completo frente a un brote de diarrea neonatal persistente debería incluir este patógeno. IDT ha desarrollado un servicio de diagnóstico diferencial específico para estos casos complejos, que ya ha ayudado a unas 95 granjas a conocer mejor los agentes implicados en sus brotes de diarrea neonatal.Tras estos análisis realizados, se ha confirmado que en un 88% de los casos Clostridium perfringens tipo A se encontraba presente.
Ahora ya disponemos de una herramienta específica frente a Clostridium Perfringens tipo A: CLOSTRIPORC A. La primera vacuna a base de toxoides α y β2, que le será de gran utilidad para la inducción de altos niveles de anticuerpos contra estas toxinas, tanto en suero como en el calostro de cerdas y primerizas. Además, dicha inmunidad se mostrará efectiva hasta la cuarta semana de vida del lechón.
30 de agosto de 2016 - IDT