Una granja de cerdas reproductoras integrada con ICPOR, compañía que desde 2012 está especializada en integración porcina de cerdo blanco e ibérico, ha ganado un premio Porc d’Or de plata en la XXV edición de estos galardones que reconocen la excelencia en la producción porcina atendiendo a tres criterios técnicos –número de Lechones Destetados por Cerda de Baja (LDCB), tasa de partos y productividad numérica- en cinco categorías diferentes en función del tamaño de la instalación: primera (hasta 200 cerdas), segunda (de 201 a 500 cerdas), tercera (de 501 a 1.000 cerdas), cuarta (de 1.001 a 2.000 cerdas) y quinta categoría (más de 2.001 cerdas).
En concreto, Porgaor, granja de cerdas reproductoras ubicada en Langa de Duero (Soria), ha recibido el reconocimiento en productividad numérica, con un índice de 35,39, en la categoría en la que optaba: granjas con más de 2.001 reproductoras. Un galardón que tiene aún más valor si tenemos en cuenta que para competir en la XXV edición de los premios Porc d’Or se presentaron más de 800 instalaciones de toda España y se analizaron más de 950.000 cerdas adheridas a BDporc (Banco de Datos de Referencia del Porcino Español), que finalmente se concretaron en 120 nominaciones para un total de 45 premios.
Al acto de entrega de los galardones, celebrada en Lleida, han asistido por parte de ICPOR, Andrés García, presidente, y Julián Redondo, gerente, que han acompañado al propietario de la granja premiada, Miguel Ángel Ortiz, quien además es presidente de la Federación de Productores de Ganado Porcino de Castilla y León (FEPORCYL) y presidente de la Asociación Provincial de Productores de Ganado Porcino de Soria (APORSO).
Un modelo de implicación con el medio rural
Porgaor, granja de madres con 2.485 cerdas reproductoras, además de una referencia en el ámbito de la producción porcina, es un claro ejemplo de la generación de riqueza, creación de empleo y fijación de población en el medio rural que puede aportar la puesta en marcha de una granja porcina.
Según los datos del Instituto Nacional de Estadística, Langa de Duero, en tan solo ocho años –de 2008 a 2016-, experimentó un descenso progresivo de su población que le llevó a perder 126 habitantes en ese periodo. En 2017, ese pueblo soriano ha revertido esa tendencia y ha incrementado su censo en 13 personas: los empleos directos generados por la puesta en marcha de la granja, que además ha contribuido a dinamizar la economía de la zona y ha permitido crear o mantener otro número importante de empleos indirectos.
24 de noviembre de 2018 - ICPOR