El uso generalizado de antibióticos en medicina humana y veterinaria conlleva un aumento de las resistencias bacterianas, lo que dificulta el tratamiento eficaz de las enfermedades. Las tecnologías innovadoras y las iniciativas de investigación pueden ser exitosas siempre y cuando incluyan a expertos de distintas disciplinas e impliquen a los productores de la industria.
Como ponentes en ocasión de la cena que ofreció Alltech (Elite Herd Dinner) en el 24º Congreso Internacional de la Sociedad Veterinaria Porcina celebrado en Dublín (Irlanda), la Dra. Ana Catharina Berge, consultora veterinaria y propietaria de Berge Veterinary Consulting BVBA, y el Dr. Richard Murphy, director de investigación de la sede europea de Alltech y del centro de Biociencia de Dunboyne (Irlanda), abordaron los retos que plantea la aparición de resistencias y las perspectivas a largo plazo del uso de antibióticos en la industria porcina.
El Dr. Murphy desgranó los aspectos más importantes en torno a la resistencia a los antibióticos y analizó su papel en la producción de proteínas animales. También compartió con los asistentes posibles estrategias con las que los productores pueden posicionarse como “libre de antibióticos”.
“Dado que las resistencias a los antibióticos no dejan de crecer en el sector agrícola, la importante amenaza que suponen para la salud humana es innegable”, señaló el Dr. Murphy. “En China, por ejemplo, la resistencia a la colistina se ha extendido de los animales al ser humano”.
Según el Dr. Murphy, un estudio de Princeton calcula que el uso mundial de antibióticos en producción animal aumentará en más de un 60 % entre 2010 y 2030, una tendencia impulsada principalmente por su uso en los países “BRIC” (Brasil, Rusia, India y China).
“No quiero parecer sensacionalista, pero sin los esfuerzos necesarios para reducir la dependencia actual de la producción animal a los antibióticos, podríamos estar encaminándonos a un escenario apocalíptico”, advirtió el Dr. Murphy.
La Dra. Berge destacó que muchos países europeos ya han implementado planes estratégicos para reducir su uso. Por ejemplo, desde la década de los 80 del siglo pasado, el uso profiláctico y como promotor del crecimiento de los antibióticos está prohibido en Suecia, Finlandia y Noruega, y su utilización requiere registro y control veterinario. Teniendo en cuenta esta situación, la Dra. Berge planteó la siguiente pregunta: ¿podemos hacer algo más como productores?
La evaluación comparativa (benchmarking) es de gran valor en la industria porcina, ya que permite a los ganaderos establecer objetivos claros en relación con modelos de mejores prácticas, producción y eficiencia. Gracias a la medición de parámetros específicos en la granja, la producción puede volverse más eficiente, rentable y sostenible.
“La evaluación comparativa es muy importante en Bélgica y es algo de lo que podríamos aprender todos”, destacó la Dra. Berge. “El país ha adoptado un enfoque claro de reducción del uso de antibióticos, sistemático y bien fundado, que permite a todos los productores participar”.
Según la organización de las Naciones Unidas para la alimentación y la agricultura (FAO), “una de las vías más habituales de transmisión de los agentes infecciosos es el contacto directo entre los animales; el movimiento de los cerdos infectados en contacto físico cercano con otros cerdos no infectados es decisivo en la transmisión de las enfermedades”. Las medidas de bioseguridad, los procedimientos y las actuaciones diseñados para proteger a la población contra sustancias biológicas o bioquímicas perjudiciales se han convertido en un tema de primera línea en el sector agrícola debido al aumento de la transmisión de enfermedades.
Los años venideros serán testigos de un incremento de la bioseguridad en las granjas. El aumento de la eficiencia, gracias a las medidas de bioseguridad, permitirá a los ganaderos porcinos reducir el uso de antibióticos y los costes de tratamiento, lo que impulsará la productividad.
“El programa de reducción del uso de antibióticos de Alltech (programa libre de antibióticos de Alltech) es una iniciativa promovida desde la industria en la que los ganaderos se someten a una auditoría completa y obtienen recomendaciones para aumentar la eficiencia y la rentabilidad de su granja y lograr así disminuir el uso de antibióticos”, explicó la Dra. Berge.
Mediante la mejora de los sistemas de registro de antibióticos, la realización de auditorías independientes en la granja, la adopción de la evaluación comparativa y la mejora de las medidas de bioseguridad, los productores europeos de porcino pueden reducir la transmisión de bacterias resistentes a los antibióticos en la cadena alimentaria.
1 de julio de 2017 - Alltech