En su apuesta por un modelo de producción sostenible basado, entre otros aspectos, en la prevención y control integrados de la contaminación, el sector porcino español ha reducido en el periodo 2005-2017, un 14% las emisiones de metano procedentes de la gestión de estiércoles, pasando en dicho periodo de 6.152 kilotoneladas (kt) a 5.275 Kt.
Así lo refleja el último Informe de Inventario Nacional Gases de Efecto Invernadero publicado por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, que señala también que se han reducido en un 5% las emisiones de óxido nitroso, pasando de 335 kt en 2005 a 319 en 2017.
Por otra parte, según esos mismos datos se aprecia una reducción del 2% en las emisiones de metano derivados de la fermentación entérica, pasando de 1.248 kt en 2005 a 1.225 Kt en 2017.
La cría del porcino, altamente tecnificada, y su alimentación, en la que se ha adecuado la dieta de cada animal para maximizar su aprovechamiento energético y nutritivo son las principales razones de esta disminución. Hoy las pautas de ingesta de los animales están muy ajustadas a su edad y características, se han sustituido ingredientes ricos en fibra y baja digestibilidad por cereales y se han incorporado proteínas y aminoácidos y enzimas digestivas que reducen considerablemente las emisiones de gases contaminantes.
Con todo, el porcino es el responsable de menos del 7% de las emisiones totales de metano por fermentación entérica del sector ganadero, que se situó en 2017 en 17.063 kt. El dato también refleja una reducción de este GEI, en la ganadería, del 6,8% desde 2005.
Los ganaderos españoles son muy conscientes de que deben aplicar una serie de técnicas para la disminución de emisiones de gases de efecto invernadero, enfocadas principalmente a la mejora durante el almacenamiento y tratamiento de estiércoles y purines y al ahorro de agua y de energía. No en vano, aplican el modelo europeo de producción y cumplen con la legislación más exigente en materia de medio ambiente.
19 de agosto de 2019 - Interporc