“El sector porcino español es consciente de que el planeta tiene una emergencia climática y entre todos debemos poner soluciones. Nosotros estamos realizando grandes avances en la lucha contra el cambio climático, pero sabemos que hay que redoblar esfuerzos, y lo hacemos, para seguir avanzando junto al resto de sectores económicos y productivos”.
Así lo ha señalado Alberto Herranz, director de la Interprofesional del Porcino de Capa Blanca (INTERPORC) durante el desayuno informativo que ha mantenido esta mañana en Madrid en el marco de la Cumbre Mundial del Clima (COP25) que se celebra estos días en Madrid.
En este punto, ha asegurado que “si midiéramos el impacto medioambiental por territorio gestionado, vertebración territorial o empleo, sin duda seríamos un gran ejemplo a seguir, y de hecho lo somos en cuanto a inversión e innovación para reducir el impacto medioambiental de nuestra actividad”.
El director de INTERPORC ha enfatizado que España aplica el modelo europeo de producción europeo, que conlleva la legislación más exigente del mundo en protección del medio ambiente. “No existe hoy en día ninguna zona del mundo con una normativa más respetuosa con el medio”, ha explicado.
Disminución del uso de agua y mejoras en la gestión de purines
Alberto Herranz ha detallado algunos de los principales avances del sector en materia de sostenibilidad, como la disminución en un 30% del uso de agua por kilo de carne producido. Ha indicado que “actualmente el agua total consumida al año por el sector es de unos 54 hm3, lo que supone tan solo el 0,05% del total de agua disponible en España. Y seguimos implementando medidas e innovando para reducir aún más lo que se conoce como huella hídrica”.
Además de reducir el consumo, el sector trabaja en la protección de los acuíferos. Así, las granjas españolas cuentan con balsas cercadas e impermeabilizadas para la gestión de purines y de esa forma evitar el riesgo de filtración y contaminación de las aguas superficiales y subterráneas.
Precisamente, sobre los purines ha aclarado que no son sólo residuos industriales de los que haya que deshacerse, sino que se trata de un abono orgánico de mucha calidad para su uso como fertilizante que permite reducir el uso de abonos químicos en la agricultura. Y también sirve de materia prima para la generación de energía eléctrica en plantas de compostaje, de biogás y de cogeneración.
Reducción de emisiones GEI
En cuanto a las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI), el director de la Interprofesional ha aclarado que “el peso del sector porcino sobre el conjunto de las emisiones nacionales de GEI es solo del 2%, mucho más bajo de lo que a veces se hace creer a la opinión pública”.
Ha resaltado que “los ganaderos españoles aplican técnicas para la disminución de emisiones GEI, y gracias a ello hemos reducido un 47% las emisiones de amoníaco por kilo de carne producido, en un 38% las emisiones de óxido nitroso y en un 14% las emisiones GEI por la gestión de estiércoles.
Por otro lado, Alberto Herranz se ha referido a otros avances del sector, como la eficiencia energética. En este punto ha recordado que en España funcionan granjas de porcino que son abastecidas por energías renovables y otra amplia mayoría ha realizado importantes inversiones en aspectos como mejoras en el aislamiento de los edificios; la regulación de los equipos de climatización; una iluminación eficiente; estanqueidad de las naves; o implantación de barreras vegetales cortavientos, entre otras cuestiones.
Así mismo, sobre economía circular ha expuesto que son cada vez más las granjas que trabajan bajo la premisa Reducir-Reutilizar-Reciclar. Para ello cuentan con depósitos para reciclaje de los materiales de forma separada y los ganaderos participan del proceso al clasificar los tipos de residuos. O que aprovechan el purín para realizar un ciclo virtuoso que los convierte en abono para cultivos que vuelven a alimentar a los animales.
4 de diciembre de 2019 - INTERPORC