Las conversaciones y debates al más alto nivel para revisar y modificar una Norma de Calidad del Cerdo Ibérico que ha resultado nefasta para el sector, se han incrementado en las últimas fechas, signo inequívoco para los firmantes del Manifiesto del Cerdo Ibérico de que está a la vuelta de la esquina el demandado reconocimiento para el Ibérico y su entorno de cría, así como su modo de producción extensiva y artesanal. Así, los representantes de las entidades firmantes, mantuvieron el pasado lunes una reunión con Isabel García Tejerina, secretaria general de Agricultura del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, a la que trasladaron de forma pormenorizada las tesis incluidas en el Manifiesto que en la actualidad han suscrito más de medio centenar de organizaciones, asociaciones empresariales, cooperativas, consejos reguladores, instituciones públicas y empresas productoras y transformadoras del sector.
El Manifiesto en Defensa de la Raza Porcina Ibérica se sustenta en cuatro pilares básicos, - entorno (la dehesa) raza, manejo y alimentación-, mediante los que se pretende la protección y puesta en valor de los productos derivados del cerdo ibérico con el fin de evitar la confusión del consumidor mediante un etiquetado no ajustado a la realidad.
Los representantes del Manifiesto han explicado lo fundamental de la protección y blindaje del concepto Ibérico, que no se ciñe exclusivamente a una cuestión de diferenciación racial o a una u otra nomenclatura, sino que abarca toda una completa estructura productiva, cultural y medioambiental que funciona como un engranaje del que no puede extraerse ninguna de sus piezas. El producto genuino y auténtico será aquel surgido de cerdos de raza ibérica, cruzados o no, - algo que debería ser debidamente identificado-, y criados y alimentados en las dehesas. Se trataría, en definitiva, del reconocimiento de los cuatro factores vitales que hacen que un cerdo ibérico criado en extensivo produzca un jamón que se diferencia ostensiblemente de cualquier otra producción porcina, y que es asociado por los consumidores a un producto de excelsa calidad, además de ostentar el más alto reconocimiento gastronómico a nivel mundial.
Los representantes del sector han mostrado claramente a la secretaria de Estado que en ningún momento están en contra de la elaboración y comercialización de productos procedentes de ibéricos cruzados o los criados en intensivo. Se trata de establecer mecanismos que garanticen el modo de producción del ibérico en extensivo en las dehesas y de distinguir claramente ante el consumidor unos productos de otros, evitando una confusión que entienden como fraude y que no hace otra cosa más que devaluar precio y prestigio del producto de mayor calidad.
Los esfuerzos de los firmantes del Manifiesto en Defensa de la Raza Porcina Ibérica han dado en las últimas fechas grandes frutos. Al importante y esperado encuentro que se ha producido hoy en el Ministerio se suma el hecho de que la Junta de Andalucía haya transmitido la necesidad de simplificar la Norma de Calidad del Cerdo Ibérico y que el planteamiento de la nueva norma es coincidente con las tesis de los firmantes del Manifiesto.
En este sentido, a juicio de los firmantes, el Ministerio ha dado un paso fundamental al escuchar al verdadero sector y espera que sepa valorar la necesidad de estudiar urgentemente las numerosas lagunas que acoge la actual Norma y disponga así los mecanismos necesarios para, en estrecha colaboración con los firmantes del Manifiesto, cambiar este documento por otro que se ciña mejor a las necesidades de consumidores, productores y medio en el que se desarrolla la actividad.
12 de abril de 2012 - Manifiesto del Cerdo Ibérico