Cuando se van a cumplir diez años desde dicha prohibición, son muchos los estamentos desde los que se está pidiendo una revisión exhaustiva de la citada normativa, que se estableció en base al principio de precaución junto al resto de medidas sanitarias en respuesta a la crisis de la Encefalopatía Espongiforme Bovina (EEB).
De dcha. a izqda.:Juan Antonio Fernández (Wallon Agricultural Research Centre), Vincent Baeten (Laboratorio de Referencia de la UE para Proteínas Animales), Isabel García Sanz (MARM) y Emilio García Muro (MAM).
La prohibición ha tenido un fuerte impacto en toda la cadena cárnica de la Unión Europea, que tiene que soportar importantes costes de gestión y destrucción de los subproductos, la pérdida de unas valiosas materias primas para la alimentación animal, su sustitución por costosas fuentes de proteínas alternativas, la problemática de la gestión medioambiental de los residuos generados y la competencia de las importaciones de países terceros que carecen de estas medidas.
Por ello, la industria cárnica representada por CONFECARNE ha valorado muy positivamente la publicación de la segunda Hoja de Ruta sobre las EETs, que identifica seis áreas en las cuales pueden introducirse cambios, siendo una de ellas el levantamiento de la prohibición de las harinas cárnicas en especies no rumiantes (porcino, aves y peces), evitando el canibalismo.
En la jornada intervinieron el Secretario de AICE y Cosecretario de CONFECARNE, Miguel Huerta, que detalló todas estas implicaciones de la prohibición de los PATs en el sector cárnico, y los representantes del MARM, Emilio García Muro, que informó sobre los Aspectos sanitarios de la Hoja de Ruta de las EET, e Isabel García Sanz, que habló de la Importancia del sector de la alimentación animal en España y las implicaciones de la Hoja de Ruta 2.
Además, se contó con la participación del director del Laboratorio de Referencia de la UE para proteínas animales, Vincent Baeten, y de Juan Antonio Fernández, del Wallon Agricultural Research Centre, de Bélgica, responsables del Proyecto SAFEED-PAP, que culminó el pasado 31 de mayo, y ha tenido como objetivo el desarrollo de métodos analíticos para la identificación de las especies animales presentes en los piensos, con vistas a la posible reutilización de los PATs.
Vencen Beaten indicó que las conclusiones del proyecto SAFEED-PAP señalan que el método de detección por PCR para detección de ADN ha demostrado su capacidad para identificar la especie de origen de las proteínas animales transformadas, habiéndose desarrollado ya los patrones de identificación del bovino, porcino y aves. No obstante, sería interesante contar con un patrón común para detección de PAT de todos los rumiantes (que son las especies que van a permanecer prohibidas).
Ahora se ha trabajado, por tanto, en la búsqueda de nuevos patrones que identifiquen a las especies y en la elaboración de un protocolo común de aplicación de este método analítico en los laboratorios nacionales de referencia de los Estados miembros, lo que requiere formación del personal y contar con la infraestructura necesaria para desarrollar esta técnica.
Miércoles, 10 de noviembre de 2010. Nota de prensa de AICE