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Casademont, líder en la elaboración de fuets y charcutería desde hace 60 años, ha recibido el Premio Pime Banco Popular y Vanguardia de las comarcas de Girona 2016, en su primera edición, como reconocimiento a su estrategia de internacionalización implantada en Rusia basada en un modelo de alianzas estratégicas con empresas locales para colaborar en ámbitos como el tecnológico, comercial, legal o logístico.
Gracias a esta fórmula, Casademont es la única compañía europea que continua presente en los lineales rusos evitando el veto ruso a las importaciones de productos cárnicos transformados derivados del cerdo procedentes de Europa. Un proyecto también distinguido con el Premio al Mejor Desarrollo Alimentario producido en 2015 en Rusia.
“Se trata de una nueva forma de internacionalización basada en sellar un acuerdo win-win con un socio local para llegar a nuevos mercados sin depender de los cambios políticos que se produzcan en el mundo”, afirma Francesc Gómez, Director General de la compañía. “La nueva fórmula establecida con los socios locales nos ha permitido recuperar las ventas y la presencia de Casademont en Rusia”, añade.
Alianza estratégica en Rusia
Casademont tiene una alianza con la empresa Atria Russia, un grupo de capital finlandés con plantas de elaboración en San Petersburgo ue le permite seguir vendiendo sus productos en el mercado ruso. Casademont inició sus exportaciones a Rusia hace más de una década, como parte de su firme estrategia por la internacionalización, que arrancó en 1992 en los países de la Unión Europa y Europa del Este.
Este acuerdo contempla que Atria Russia puede elaborar productos con la marca Casademont para el mercado ruso bajo la estricta supervisión y control de la compañía. Desde finales de 2014, Atria comercializa a través de su red de distribución en Rusia varios productos bajo la enseña de Casademont: fuet extra, salchichón extra, salchichón montaña y la gama de chorizos, en pieza y para loncheados, con el objetivo de ampliar la gama de productos en el mercado ruso.
Ambicioso plan de internacionalización
La apuesta constante por la innovación y la calidad de sus productos ha sido clave en ambicioso plan de internacionalización. Actualmente, las ventas de Casademont fuera del mercado español ascienden al 55%, con el objetivo de alcanzar el 70% en dos años. La compañía exporta a los 5 continentes con especial demanda por parte de los países del centro de Europa y Sudamérica. Actualmente, los esfuerzos de la compañía están centrados en consolidar su mercado en Norteamérica.
En 2015, la compañía de Girona alcanzó una facturación de 44 millones de euros en 2015, un 2% más respecto al ejercicio anterior. El beneficio bruto de explotación (EBITDA) se situó en los 4 millones de euros, lo que supone un crecimiento del 55% respecto al año anterior.
Casademont nació hace más de 60 años, cuando Jaume Casademont decidió seguir la tradición charcutera de sus padres y abuelos -que elaboraban fuets en la masía familiar desde principios de siglo- y abrió en 1956 un pequeño obrador para producir embutidos de gran calidad, especialmente fuets, el producto estrella de Casademont. El obrador fue ampliándose y, ya en los años 60, se construyó una fábrica de 2.000 m2 en el centro de Bescanó (Girona), seguida a finales de la década por otra fábrica de 3.500 m2 en las afueras de Bonmatí (Girona). En los setenta, el éxito de demanda llevó a Jaume Casademont a ampliar la fábrica de Bonmatí hasta los 25.000 m2, lo que supuso un gran salto cuantitativo para la empresa, una de las primeras
del sector en industrializar el producto artesano de forma masiva.
Hoy, Casademont cuenta con 40.000 m2 de fábrica construidos en dos centros productivos, uno en Bonmatí y otro en Palol de Revardit.
Miércoles, 16 de noviembre de 2016/ Casademont.
