La Asociación de Criadores de la Raza Porcina Celta (Asoporcel) ha constatado una mejora sobresaliente en el año 2020 en el volumen de carne certificada. “Es cierto que, sobre todo en los últimos cuatro años, desde la concesión del logotipo 100% Raza Autóctona Porco Celta, venimos registrando una mejoría en el volumen de producción y sacrificio, pero en esta ocasión el incremento ha sido particularmente notable”, apuntan los portavoces de la asociación.
La producción total el año pasado fue de 191.066,15 kg, lo que supone un aumento de casi el 20 % con respeto a las cifras registradas en el ejercicio anterior (154.205,50 kg en 2019), unos datos que “para una raza autóctona en peligro de extinción como es el Porco Celta son buenísimos”, subrayan.
Los datos de producción por kilos se han mantenido prácticamente durante todo el 2020 por encima de los 13.000 kg/mes, con un incremento especialmente destacable en agosto, mes en el que habitualmente se producen pocas ventas, pero en el que, en esta ocasión, se superaron los 19.000 kilos, un 33 % más que en el mismo período del año anterior.
Unos datos fruto del trabajo de muchos
Desde la asociación han querido destacar que estos resultados tan positivos, más aún si se tiene en cuenta que se han dado en medio de una crisis económico-sanitaria, han sido posibles “gracias al trabajo diario de todos los ganaderos y ganaderas que integran Asoporcel y que están consiguiendo que esta raza vaya, poco a poco, recuperando su presencia en los montes gallegos y también en las mesas de los consumidores”.
La buena predisposición de sus criadores para adaptarse a la nueva situación con agilidad –muchos de ellos han comenzado recientemente a comercializar en la Red sus productos, incluso los operadores más pequeños– y la posibilidad de adhesión a iniciativas como Mercaproximidade, que permitió en los últimos meses, con el canal Horeca cerrado, que “nuestros operadores pudieran incorporar sus productos en más superficies comerciales, teniendo así más visibilidad y llegando a más consumidores”, han sido dos de los factores clave a los que atribuyen los buenos datos de carne certificada.
El Porco Celta recupera así poco a poco el terreno perdido y sus perspectivas de futuro son buenas: “En los últimos 18 meses se han incorporado a esta actividad una veintena de nuevos ganaderos menores de 40 años que muestran mucho interés en esta raza la cual, no lo olvidemos, ayuda a recuperar grandes zonas abonadas, ya que son auténticas desbrozadoras naturales, al tiempo que contribuye enormemente a la repoblación rural”, subrayan.
1 de marzo de 2021 - Asoporcel