La Asociación Nacional de Industrias Transformadoras de Grasas y Subproductos Animales (ANAGRASA) ha celebrado su Asamblea anual y Jornada Técnica 2019 a finales de junio y ha reunido en Madrid a sus socios para poner en común las prioridades a adoptar por el sector de subproductos de origen animal no destinados al consumo humano (SANDACH) para los próximos años.
El impulso a la exportación de las Proteínas Animales Transformadas (PAT) multiespecie sigue siendo uno de los objetivos del sector SANDACH y en particular, en la consecución de más certificados de exportación a países extracomunitarios.
La Administración española considera que todo lo relacionado con SANDACH está supeditado a la aplicación de la normativa de residuos, “pero la sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea, del pasado 23 de mayo de 2019, permite defender con rigor jurídico que la legislación SANDACH es de aplicación sobre la de residuos, ya que esta jurisprudencia europea reconoce en la normativa SANDACH un componente sólido de prevención de riesgos en cuestión medioambiental y los envíos de SANDACH están exentos de las obligaciones de la normativa de traslado de residuos, a excepción de subproductos animales o productos derivados mezclados o contaminados con cualquiera de los residuos clasificados como peligrosos”, argumenta Christian Morron, secretario ejecutivo de ANAGRASA.
No solo la sentencia del Tribunal de Luxemburgo refuerza la tesis del sector de que la aplicación de la normativa SANDACH es preeminente frente a la de residuos para que se revise la situación actual por parte del Ministerio para la Transición Ecológica, sino también el objetivo prioritario de transformar los SANDACH para alimentación animal frente a otras a alternativas de eliminación como la hidrólisis e incineración en explotación ganaderas, que se dan sobre todo en Castilla-La Mancha y Aragón, además de la adaptación de la definición de economía circular a los SANDACH.
SANDACH ajustados a la economía circular
Detrás de la importación del petróleo, es la proteína vegetal la que asume los mayores costes operativos por la Unión Europea (UE), por lo que la economía circular supone un movimiento estratégico para reducirlos y es el sector SANDACH el que aporta un producto sustitutivo.
“Por primera vez, una norma europea va a definir el concepto de economía circular y nuestro sector se le ajusta plenamente, ya que mantiene el valor de los productos, materiales y recursos en la economía durante el mayor tiempo posible y minimiza los residuos, en su caso mediante la aplicación de la jerarquía de residuos, que prioriza la prevención, la reutilización, el reciclaje – donde se sitúa el sector SANDACH-, la valorización energética y la eliminación”, explica Morron.
A propuesta de este reglamento comunitario, que se aprobará probablemente a final de año, va a facilitar un marco para las inversiones sostenibles de las empresas y va a lanzar el mensaje de la necesaria transición a una economía circular y una prevención y el reciclaje de residuos, a través de la mejora el uso eficiente de las materias primas en la producción, reduciendo el empleo de las materias primas primarias e incrementando el de subproductos y residuos, además de aumentar la durabilidad o las posibilidades de actualización o reutilización de los productos.
El biorresiduo de origen animal y la regulación de residuos
“El sector debe defender la valorización del SANDACH para emplearse como materia prima para piensos, para lo que debería regularse un sistema de recogida separada de los biorresiduos que contemple la recogida diferenciada de los SANDACH de circuitos comerciales, sin distinción de cantidades de productos de origen animal o alimenticios que contengan productos de origen animal que ya no estén destinados al consumo humano por motivos comerciales, problemas de fabricación, defectos de envasado u otros defectos”, ha declarado secretario ejecutivo de ANAGRASA.
Esta asociación esgrime argumentos técnicos y jurídicos frente a la tendencia en aumento de los operadores de gestión de residuos de dar a los biorresiduos con presencia de productos de origen animal, obtenidos del sistema de recogida separada obligatoria, un destino con carácter exclusivo para compostaje o digestión anaerobia, en detrimento de su posible transformación para piensos animales. “Así no se asegura el cumplimiento de la normativa SANDACH y con ello, el coste real del servicio de retirada y gestión”, reivindica Morron, “pero también contraviene el principio de contribución a la economía circular y el principio de sostenibilidad en el ciclo de vida de los productos”, añade.
Precisamente, la Asociación Europea de Industrias Transformadoras de Subproductos Animales (EFPRA) ha encargado un informe para realizar el análisis de ciclo de vida del sector SANDACH, muy importante desde el punto de vista eficiente, para valorar la recogida selectiva no solo para permitir un reciclado de alta calidad, sino también para el fomento de la utilización de materias primas secundarias de calidad. El informe EFPRA se adaptará a la realidad española.
Por último, la Jornada Técnica de ANAGRASA ha analizado también la revisión de los documentos BREF de mataderos y subproductos animales. La Comisión Europea elaborará un cuestionario sobre el nivel de solvencia técnica para resolver el impacto de la contaminación las emisiones dentro de la imposición de unos valores límites de emisiones, que en principio serán generales para todo el sector en la UE, pero la excepción será la ubicación de los procesos en la que desarrollan su actividad, ya que el medio los condiciona. Hasta el final de año no se sabrá su contenido.
También se han abordado las medidas de protección contra incendios alternativas para el sector SANDACH, la modificación legislativa del Impuesto sobre Actividades Económicas (IAE) del epígrafe 413.3, de salas de despiece y transformación de SANDACH, y el fin de la condición de residuo SANDACH de categoría 1 y 2.
5 de julio de 2019 - ANAGRASA