El consejero de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, Jesús Julio Carnero, ha asistido en Salamanca a la inauguración del XL Congreso que anualmente celebra Anaporc, escuchando los nuevos desafíos de presente y futuro del sector porcino.
La Junta de Castilla y León ha apostado por la investigación y la innovación en este sector. Actualmente, en el Instituto Tecnológico Agrario (Itacyl) hay 21 actuaciones de investigación e innovación en marcha en porcino e industria cárnica. Estas investigaciones cuentan con un presupuesto de un millón de euros y treinta socios colaboradores. Los proyectos van desde la reducción de costes de alimentación, a la mejora de la tecnología de la reproducción, disminución del uso de antibióticos, a la mejora de la salud y el bienestar animal. A ello se unen otras investigaciones de mejora de la conservación de productos transformados del cerdo y desarrollo de nueva tecnología para el tratamiento de purines y la obtención de abono nitrogenado.
Además, Jesús Julio Carnero, ha recordado que el Itacyl “cuenta con cuatro centros o unidades de investigación específicos referentes al sector porcino: el Centro de Pruebas del Porcino en Hontalbilla (Segovia); la Estación Tecnológica de la Carne en Guijuelo (Salamanca); el Laboratorio de Biología Molecular y Seguridad Alimentaria en Valladolid, y el de Grupo de Investigación en tratamiento de residuos ganaderos e industria agroalimentaria, en el Itacyl, en Valladolid".
El sector genera unos mil millones de euros anualmente
En Castilla y León, el porcino se ha convertido en uno de los sectores más dinámicos de la producción agraria, especialmente en las áreas rurales en las que se asienta la producción y la transformación. Genera 1.000 millones de euros al año, siendo el primer sector ganadero regional, representando el 36% de la producción ganadera y situándose como el segundo sector agrario en valor de la producción regional con un 17%, por detrás de los cereales.
El alto estatus sanitario es la clave del buen ritmo de las exportaciones
La pujanza de este sector está muy relacionada con su posición relevante en las exportaciones. Las ventas en el exterior de carne de cerdo han supuesto alrededor del 60% de todo el sector cárnico y, después del aceite de oliva, es el segundo más internacionalizado, por delante de algunos con mayor tradición como el vino o los cítricos.
El envidiable estatus sanitario del que gozan las explotaciones porcinas, que es el primer pilar sobre el que pivotan las exportaciones, ha contribuido en buena medida a esta situación. Sin cumplir las mínimas condiciones sanitarias exigidas por los países importadores no hubiera sido posible movernos en las cifras de comercio exterior tan exitosas en las que estamos actualmente.
El valor de las exportaciones españolas de animales vivos, carne y derivados del porcino en 2018 ha sido de 4.800 millones de euros con 2,1 millones de toneladas lo que supone que en los últimos siete años el valor económico de las exportaciones se ha duplicado.
En los seis primeros meses de este año, las exportaciones ya han alcanzado los 2.700 millones de euros con 1,1 millones de toneladas que supone un incremento del 8%.
En la evolución de las exportaciones es destacable el cambio de destino, hacia países europeos. El principal destino era Francia, ahora ha pasado a segunda posición siendo China el destino más importante (supone el 22%), aumentando también las exportaciones a Japón y Corea del Sur.
En Castilla y León, las exportaciones han superado los 300 millones de euros. El crecimiento del volumen económico ha sido sensiblemente mayor que el registrado a nivel nacional con un ascenso espectacular desde el año 2010, más del doble.
En cuanto a los mercados de destino y la evolución de los mismos en Castilla y León ha sido muy similar a la experimentada a nivel nacional. Se han mantenido mercados tradicionales europeos (Francia, Portugal e Italia) y la apertura de nuevos mercados en Asia principalmente China, Japón y Corea del Sur han pasado de tener una cuota del 9% en 2012 a superar el 25% el último año.
Retos a los que se enfrenta el sector
No hay que olvidar que después de China, el principal consumidor de carne de porcino es la UE, seguida de América del Norte y por supuesto Asia. Ahí están los mercados y se debe seguir en la línea de ofrecer los mejores productos a los mejores precios.
Por eso hay que seguir avanzando en: una mayor adaptación a la normativa medioambiental; la bioseguridad, reforzando el estatus sanitario; minimizar el uso de antimicrobianos y lo que diferencia a Castilla y León: garantizar la trazabilidad, el bienestar animal y la seguridad alimentaria.
El porcino es un modelo que ha sabido producir, sin ningún tipo de ayuda externa, carne de gran calidad bajo los más estrictos estándares de seguridad alimentaria, con una altísima profesionalidad. Siguiendo el camino de la trazabilidad, bienestar animal y seguridad alimentaria. Ese es indudablemente el camino a seguir.
18 de septiembre de 2019 - Junta de Castilla y León