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Asimismo, elevar a rango constitucional la protección de los maíces nativos y otros alimentos de los que México es centro de origen y diversificación, el mandato para la producción de alimentos saludables sin transgénicos ni plaguicidas altamente peligrosos (PAPS) y los programas Sembrando Vida y Producción para el Bienestar, refirió Suárez Carrera.
De igual manera, se pronunció por la aprobación de la Ley General de Aguas, implicando en ello un programa de largo plazo para la ampliación y tecnificación de las áreas de riego en el sursureste.
De cinco millones de unidades productivas con actividad agropecuaria o forestal en el país el 93 % tienen menos de 20 hectáreas y aportan el 54 % de la producción nacional y 85 % del empleo rural.
Además, los programas Sembrando Vida, Producción para el Bienestar, Fertilizantes para el Bienestar, Precios de Garantía y Bienpesca, contarán en 2024 con un presupuesto de MXN 54 396 millones, esto es, 267 % más en términos nominales que en 2019.
El Grupo Intersectorial de Salud, Alimentación, Medio Ambiente y Competitividad (GISAMAC), desde el cual se ha impulsado la transición del sistema agroalimentario y nutricional, entre los avances están el etiquetado frontal de advertencia para alimentos ultraprocesados, que opera desde octubre de 2020; el Decreto presidencial sobre glifosato y maíz genéticamente modificado, y la reciente aprobación de la modificación a la Ley General de Educación, respecto a entornos escolares saludables.
