Debido a la presencia de trabajadores de mataderos afectados por el COVID-19, varias plantas de procesamiento de carne de cerdo en los EE.UU. cerraron de forma temporal como medida de contención y protección de sus empleados, dejando por un lado a los productores sin ningún lugar a donde sacrificar a sus animales y el consiguiente peligro de dejar los mercados desabastecidos de carne de cerdo. Ante la situación el presidente Trump firmó una orden ejecutiva de reapertura de las plantas y muchas de ellas están nuevamente operativas, si bien a menor capacidad.
Tyson Foods anunció la reanudación de la actividad, aunque limitada, en sus instalaciones de Waterloo, Iowa, el jueves 7 de mayo después de un cierre de 2 semanas. Las instalaciones de Logansport, Indiana, que cerraron el 25 de abril, reabrirán esta misma semana con una producción limitada.
Del mismo modo, después de un cierre de más de 3 semanas, Smithfield Foods reanudó por fases las operaciones en su planta de Sioux Falls, Dakota del Sur, ayer jueves 7 de mayo. La compañía anticipa que la planta estará en pleno funcionamiento a finales de mayo.
Puede mantenerse actualizado sobre el estado de las plantas procesadoras en el siguiente mapa interactivo de US Pork Checkoff.
6 de mayo de 2020 - Redacción 333 a partir de datos de Tyson Foods, Smithfield Foods y Pork Checkoff.