El objetivo es proteger la salud de los ciudadanos, garantizar los derechos de las personas que tienen que viajar y asegurar la disponibilidad de bienes y servicios esenciales.
Las directrices establecen principios para un enfoque integrado de gestión eficaz de las fronteras para proteger la salud y preservar la integridad del mercado interior.
Los Estados miembros pueden reintroducir los controles fronterizos internos por razones de política pública que, en situaciones extremadamente críticas, pueden incluir la salud pública. Dichos controles fronterizos deben organizarse para evitar la aparición de aglomeraciones (por ejemplo, colas), que aumentan el riesgo de propagación del virus. Los Estados miembros deben coordinarse para llevar a cabo controles sanitarios solo en un lado de la frontera.
Asegurar el flujo de bienes y servicios esenciales: la libre circulación de bienes es crucial para mantener su disponibilidad. Sobretodo para los bienes esenciales, como el suministro de alimentos incluido el ganado, los equipos y suministros médicos y de protección vitales. Los Estados miembros deben garantizar la cadena de suministro de productos esenciales como medicamentos, equipos médicos, alimentos esenciales y perecederos y ganado.
16 de marzo de 2020/ CE/ Unión Europea.
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