El Plan de contingencia establece las acciones inmediatas, a medio y largo plazo, destinadas a responder en caso de que la enfermedad se detectara en Cataluña
DARP
La evolución reciente de la Peste Porcina Africana (PPA) en Europa ha motivado que el Departamento de Agricultura de la Generalitat de Catalunya refuerce las medidas de vigilancia. Desde el 1 de enero de 2018 se han tomado 29.630 muestras serológicas de ganado porcino. Así se ha informado en la primera reunión de la Comisión Interdepartamental para la Prevención y Lucha contra la PPA, creada hace un mes para coordinar los diferentes departamentos de la Generalitat en la prevención de la entrada de la PPA en Cataluña.
Durante la reunión, se ha presentado el Plan de contingencia que establece los criterios y marca las pautas para la intervención operativa de las unidades implicadas en la lucha contra la PPA.
En caso de que la enfermedad se detectara en Cataluña, el Plan determina que el Departamento de Agricultura intervendrá con la unidad competente en materia de ganadería, que actuará en las explotaciones ganaderas, la unidad de actividades cinegéticas y el cuerpo de Agentes rurales, que se encargarán de las actuaciones en cuanto a las poblaciones de jabalíes y núcleos zoológicos en la zona afectada.
El Departamento de Salud velará por la detección de lesiones que podrían ser indicativas de PPA en los mataderos.
En cuanto al Departamento de Interior, su intervención será mediante los Mossos, que aportarán apoyo logístico para el cierre de la zona afectada y el control del movimiento de los vehículos de ganado.
El papel del Departamento de Territorio y Sostenibilidad es importante como gestor del medio, en caso de que la enfermedad apareciera en la población de jabalí. En este supuesto, también se deberían establecer fondos de contingencia, que dependerían del Departamento de Economía.
El Plan de contingencia también incluye un comité de crisis, que será quien determine la activación de las actuaciones concretas en explotaciones o espacios naturales (jabalí), ferias o certámenes, transporte o mataderos si hay una sospecha o una confirmación de la PPA. En el caso del porcino doméstico, de confirmarse un positivo en alguna explotación, hay que sacrificar todos los animales, extremar las medidas de bioseguridad e inmovilizar todo lo que haya en la explotación. Al mismo tiempo, se establecen dos zonas a partir de la explotación positiva: una de protección (de 3 km de radio alrededor de la granja afectada), y otra de vigilancia (10 km de radio alrededor de la positiva) . Dentro de estas zonas, se hace un censo de las explotaciones y animales, muestreo, revisión de bajas e inmovilización, y se extreman las medidas de bioseguridad.
Si el positivo fuera de un jabalí, se prohibirá la caza y las actividades lúdicas en un radio a definir de donde se haya encontrado el animal afectado y esta zona quedará cerrada.
Controles severos para protegernos de la PPA
En esta reunión, también se han valorado las actuaciones llevadas a cabo hasta ahora para prevenir la enfermedad. En este sentido, el Departamento de Agricultura ya ha puesto en marcha una serie de órganos actuantes para prevenir la entrada de esta enfermedad en el territorio catalán. Cabe destacar la creación, conjuntamente con representantes del sector, de un Grupo para la Prevención de la PPA cuyo objetivo es definir aquellas medidas urgentes para proteger la cabaña porcina de la enfermedad. También se ha constituido el Grupo de Expertos en PPA en fauna a fin de reforzar la vigilancia en jabalíes y permitir la detección inmediata de los posibles casos.
Paralelamente, se han incrementado los requisitos en bioseguridad y la vigilancia serológica en todas aquellas explotaciones y mataderos que por las condicions de funcionamiento puedan representar un mayor riesgo de entrada de la enfermedad. La formación de veterinarios clínicos, cazadores, agentes rurales y veterinarios oficiales es otra de las prioridades que se están llevando a cabo a fin de disponer de equipos profesionales en materia de vigilancia y control de la PPA. Tan relevante como la formación es la información a los profesionales del sector, los cazadores y el público en general. Por este motivo, el DARP, en coordinación con el sector y otras administraciones, ha trabajado en la edición y distribución de material informativo sobre la enfermedad de la PPA. En este sentido, los cazadores juegan un papel fundamental para una detección rápida de la enfermedad en jabalíes, al tiempo que deben respetar unas estrictas medidas de bioseguridad, sobre todo en el caso de detectar jabalíes sospechosos o muertos al medio. El Departamento insiste en la responsabilidad de los ganaderos para garantizar los más altos niveles de bioseguridad en las instalaciones de las granjas y en los procedimientos de trabajo y de transporte. Se trata, en definitiva, de establecer todas aquellas medidas dirigidas a evitar la entrada de la enfermedad en las explotaciones, como las vallas perimetrales o privar la entrada a todo tipo de vehículos y personas ajenas a la explotación.
Jueves, 15 de noviembre de 2018/ DARP/ Generalitat de Catalunya.
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