El texto recoge que en España, el 80 % de las dehesas se sitúan en Andalucía y Extremadura, y son además estas dos comunidades autónomas las que albergan el 77 % de las explotaciones de ibéricos que existen en España, es decir tres de cada cuatro explotaciones.
En el manifiesto, se destaca que el sector del ibérico incluye categorías muy diferentes y dispares en su manera de producir e incluso en sus intereses económicos.
Se indica que, con una misma denominación racial, se incluyen sistemas de manejo tan diferentes, como los producidos bajo la categoría “cebo”, con un manejo intensivo de animales, frente a la categoría de mayor calidad, la de “bellota”, donde los animales gozan de una producción extensiva en completa libertad, alcanzando unas cotas elevadísimas de bienestar animal, al igual que ocurre en la categoría de cebo de campo en extensivo.
Producto estrella de la gastronomía española
Se destaca en el documento que es innegable que la categoría de “bellota” y el ibérico puro 100% ejercen de abanderados del sector y que se pretende prestigiar a las producciones que mantienen más de tres millones de hectáreas del ecosistema de mayor valor medioambiental que existe en la península Ibérica: La Dehesa, y a una raza de porcino única: el ibérico puro 100%, resaltándose que esa tarea de prestigiar debería de ser de todo el sector.
En el manifiesto, se considera que “ya es el momento de poner en valor al producto estrella de la gastronomía española, producido en exclusiva en unas condiciones de manejo únicas e irreproducibles en el resto del mundo”, pues la simbiosis existente entre un cochino ibérico y la dehesa aporta una altísima calidad a sus productos, que solo y exclusivamente se obtienen con el conjunto indisoluble de una raza, un manejo, una alimentación y una elaboración singular. Es por ello, que las entidades firmantes manifiestan su postura férrea de salvaguarda del porcino ibérico extensivo en la dehesa.
Los firmantes abogan por fomentar las figuras de calidad que reconozcan en exclusiva los productos de ibérico producidos en extensivo, y que se diferencie claramente a estas producciones del resto.
Asimismo, el manifiesto considera que la puesta en marcha de la Norma de Calidad ha supuesto una sustancial mejora de sus objetivos, y ha dado una estabilidad al sector productor que no había conocido en años. Por ello, consideran que, aunque toda norma es mejorable, en las circunstancias actuales, son mayores para todo el sector los perjuicios de cambiar la Norma que los beneficios que traería su modificación y, por ello, “no se dan las condiciones necesarias para modificar la Norma de Calidad, y que cualquier modificación de los factores responsables de la calidad debe orientarse a un incremento de la calidad de los productos y no al contrario”.
11 de septiembre de 2019 - ASAJA