En comparación con el año anterior, el uso de antibióticos en medicina veterinaria se situó en las 670 toneladas, 52,2 t menos (-7,2%) alcanzando el nivel más bajo desde que se registró por primera vez en 2011 (1.706 t). Esto corresponde a una disminución del 60,7% durante este período.
Es particularmente alentador que las cantidades de fluoroquinolonas y cefalosporinas de tercera y cuarta generación, que son particularmente importantes para terapia humana, cayeran a su nivel más bajo desde 2011.
La cantidad de fluoroquinolonas ha disminuido en alrededor de 1,7 t con respecto al año anterior, y la de las cefalosporinas de tercera y cuarta generación en 0,5 t.
Como en años anteriores, los principales antibióticos vendidos fueron las penicilinas con alrededor de 264 t y las tetraciclinas con alrededor de 140 t, seguidas de antibióticos polipeptídicos (colistina) con 66 t, sulfonamidas (59 t) y macrólidos (57 t). Para todas las clases de antibióticos clasificados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como de especial importancia para medicina humana (Antimicrobianos de máxima prioridad y críticamente importantes para la medicina humana), se logró una reducción en comparación con el año anterior: cefalosporinas de 3a y 4a generación (0,5 t), fluoroquinolonas (-1,7 t), macrólidos (-2 t), y antibióticos polipeptídicos (-8 t).
29 de julio de 2020/ BVL/ Alemania.
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