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La Unión Europea obliga a retirar en el próximo mes de julio cuatro promotores del crecimiento: la virginiamicina, la tilosina, la bacitracina y la espiramicina.

Desde 1993, el control del Síndrome Reproductor y Respiratorio Porcino (PRRS) ha sido una experiencia frustrante. Las características del virus PRRS, incluida su capacidad para mutar, recombinarse, iniciar infecciones persistentes y dar lugar a una viremia prolongada han limitado la eficacia de estrategias como la Despoblación de Lechoneras y desarrollo de cerdas primíparas.

Una de las herramientas moleculares que se han desarrollado basadas en la tecnología del ADN recombinante es la reacción en cadena de la polimerasa (PCR).

La utilización de programas de gestión sanitaria de explotaciones da lugar a que los veterinarios dedicados a los cerdos mejoren la salud, la producción y la eficiencia de las granjas de sus clientes.

El objetivo es determinar si hay más de un 2% de gestaciones confirmadas que terminan en aborto, si éste se produce en etapas tempranas, medias o tardías de la gestación, si el problema tiene importancia económica y por lo tanto es necesario actuar, si hay agrupación de abortos, si están relacionados con la infertilidad otoñal y si tienen relación con un grupo de edad específico.

En las condiciones actuales de las explotaciones porcinas, el síntoma clásico más característico de la disentería es una llamativa diarrea mucohemorrágica en ocasiones no se manifiesta con claridad. El empleo de promotores del crecimiento y la mejora de la digestibilidad del pienso y las condiciones de alojamiento y manejo, oscurecen el cuadro clínico.

Ultimamente ha habido cambios en los sistemas de producción, especialmente: · Producción en sitios múltiples que reduce la recirculación de microorganismos · Compra de hembras de proveedores externos · Piaras grandes · Hembras en jaulas