Artículos sobre productividad en Abstracts

Un régimen de alimentación por horas podría optimizar el rendimiento productivo, la condición corporal, la producción de leche y el bienestar de las cerdas, así como el crecimiento de los lechones en la producción porcina.

Los aumentos del tamaño de camada y de las tasas de supervivencia de los lechones debidos a políticas de genética equilibrada conducen a una reducción del número total de lechones muertos coincidiendo con un determinado volumen de producción porcina.

Una mayor cantidad de fibra dietética en las dietas de cerdas gestantes puede mejorar la retención y utilización del nitrógeno.

La harina de subproductos de col deshidratada puede ser un ingrediente adecuado para las dietas de cerdos de ceba con la finalidad de mejorar la sostenibilidad y el rendimiento.

La suplementación con multienzimas puede mejorar la digestibilidad de los nutrientes, la mineralización ósea y el rendimiento del crecimiento en cerdos de ceba.

La suplementación con glicina mejora la función de barrera inmunológica intestinal y la composición microbiana en lechones destetados.

El alojamiento en grupo de cerdas gestantes 2 días después de la cubrición comprometió el tamaño de la camada; no obstante, la mezcla de primerizas en los días 1 a 4 tras la cubrición no perjudicó el rendimiento reproductivo.

Los lechones nacidos de cerdas que se mostraron más activas el día previo al parto, levantadas y realizando otras actividades distintas a beber y comer, tuvieron mayor tasa de supervivencia.

Este estudio demuestra la presencia de múltiples linajes, sublinajes y variantes del virus del PRRS en las granjas porcinas y su potencial asociación con el rendimiento reproductivo de las cerdas en condiciones de campo.

El aumento de intensidad de la lactación incrementó el aumento de peso de la camada pero redujo la GMD de los lechones. Las siguientes lactancias no se vieron afectadas negativamente por el aumento de intensidad durante la primera lactancia. La pérdida de reservas corporales de las cerdas se redujo en la segunda lactancia.

Las tendencias de la industria porcina de 2005 a 2010 indican niveles variados de mejora en algunos caracteres productivos.