Página 50 de Artículos sobre nutrición en Abstracts

Los lechones alimentados con productos fermentados por levaduras muestran mejores rendimientos, especialmente en la presencia de una enfermedad entérica activa.

La incorporación de salvado de trigo o ZnO en la ración mejora la salud intestinal, pero la incorporación simultánea de ambos compuestos incrementa los recuentos de E. coli, indicando una interacción negativa.

El transporte de AGPI n-3 de la cerda a los lechones es superior a través de la leche que a través del intercambio sanguíneo en el útero.

Cualquiera de las pautas de suplementación con aceite de atún utilizadas es útil para enriquecer la carne de cerdo con ácidos grasos n-3, pero se debe tener especial cuidado con la producción de embutidos secos debido a su susceptibilidad al enranciamiento durante el tiempo de almacenaje.

La recuperación de la lactulosa en la orina de cerdos destetados no se asocia con los factores de riesgo de las infecciones, pero parece ser útil para medir la función de la barrera paracelular.

La administración de aromas podría aumentar el consumo de pienso lacto reemplazante antes del destete y la ganancia media diaria de los lechones después del destete.

Cuando el coste por mol de actividad de metionina no es distinto, la metionina hidroxi análoga puede ser la mejor opción en las dietas bajas en fibra, y la DL-metionina en las dietas altas en fibra.

Ofrecer a los cerdos una ración baja en P desde los 10 a los 100 kg de PV conlleva una reducción de la excreción de P, pero los rendimientos productivos y la mineralización ósea se ven comprometidos.

El suministro de raciones altas en grasa y un ayuno de 36 horas podrían ser prácticas efectivas para reducir el potencial glucolítico del músculo previo al sacrificio y, consecuentemente, mejorar la calidad de la carne de cerdo.

La suplementación del pienso con 250 mg/kg de cobre estimula el consumo de alimento, lo que se traduce en una mejora del crecimiento de los cerdos destetados.

Añadir un suplemento de 2 g/kg de ajo fermentado en polvo a la ración puede mejorar el crecimiento, además del índice de marmoleo y de firmeza de la carne.

Administrar hasta un 1,0% de ácido linoleico conjugado en la ración de cerdos de engorde-acabado no altera ni la respuesta inmune (innata o adaptativa) ni los parámetros bioquímicos sanguíneos.

Aunque la agrupación uniforme por peso de los animales parece ayudar a reducir la variabilidad de peso al sacrificio y a mejorar el índice de transformación, el régimen alimenticio parece ser el factor más influyente.

La suplementación de las raciones para cerdas con 250 mg/kg de aceites esenciales de orégano durante la gestación y la lactancia no afecta al potencial de crecimiento ni a la respuesta inmune de los lechones lactantes.

La osteocondrosis de articulación en los cerdos de engorde se puede reducir mediante la colocación de abundante cama en el suelo, la oferta de espacio extra y/o la implantación de un sistema de alimentación restringida.

Ofrecer una fuente purificada de ß-glucanos permite reducir la emisión de ácidos grasos volátiles del tracto gastrointestinal distal y del purín, reflejando una mejora en la digestibilidad del N en la fase de acabado.