Página 25 de Artículos sobre nutrición en Abstracts

El perfil de ácidos grasos y las propiedades sensoriales de la carne pueden mejorar con la suplementación de extractos de plantas en las dietas de crecimiento.

El butirato sódico o una mezcla de ácido fórmico y cítrico en el pienso pueden ser medidas económicamente viables para reducir la excreción de salmonela a nivel comercial.

La harina de soja de las dietas para lechones al destete puede ser parcialmente reemplazado por harina de canola sin afectar los rendimientos productivos pero controlando su calidad.

La suplementación con butirato sódico encapsulado en las dietas de gestación y lactación puede mejorar la concentración de inmunoglobulinas en leche.

Uno de los objetivos de la formulación de las dietas para cerdos es minimizar la excreción de nitrógeno así como maximizar su retención.

En la fase de acabado, dietas altas en Ca promueven una acumulación compensatoria de Ca en hueso cuando los animales han sido alimentados con una dieta baja en Ca durante la fase crecimiento.

La suplementación con ácidos orgánicos en las dietas para lechones al destete mejora los rendimientos productivos y reduce la incidencia de diarreas.

La utilización de pulpa de vegetales y frutas en dietas de engorde puede mejorar la calidad de la carne y el perfil lipídico de los productos cárnicos.

La influencia de la estructura del pienso y la granulación en el desarrollo de úlceras gástricas en cerdos está bien establecida. Algunos estudios han demostrado un efecto beneficioso del acceso a la paja en la salud gástrica. Sin embargo, el papel de otros factores, como enfermedad y estrés, no está tan bien definido.

Aumentar el nivel de alimentación durante la gestación puede mejorar el peso del lechón al nacimiento pero tiene un impacto negativo sobre el consumo de la cerda y la movilización de grasa durante la lactación.

Co-productos como la mayonesa, la harina de almendra o la galleta líquida y el maíz húmedo pueden ser buenos ingredientes para alimentación líquida de cerdos en crecimiento y engorde.

Las cepas suplementadas en dietas para lechones presentan una capacidad limitada para competir con la microbiota intestinal del huésped.

Los acidificantes comerciales para piensos al doble de las concentraciones recomendadas reducen la supervivencia de PDCoV pero no lo inactivan.

La suplementación con Lonicera macranthoides en las dietas para cerdos de crecimiento y acabado puede mejorar la concentración de aminoácidos libres en la carne fresca.  

La utilización de palygorskita en la dieta para cerdas reduce el estrés oxidativo durante la gestación.

La utilización de subproductos de la industria alimentaria ricos en almidón y bajos en grasa puede ser funcional para modular el perfil de ácidos grasos en cerdos pesados sacrificados a más de 150kg.