Escribe C. Villaverde cecilia.villaverde@gmail.com
13-dic-2005 (hace 19 años 15 días)Introducción
La vitamina E (figura 1) es una vitamina liposoluble imprescindible para muchas
funciones biológicas. Una de sus funciones más importantes es
la de antioxidante de las membranas biológicas, donde protege los ácidos
grasos poli-insaturados y otros componentes de las membranas celulares de los
radicales libres. Esta función asegura la estabilidad de las membranas
de células como los eritrocitos, los leucocitos, los enterocitos y las
plaquetas ante diferentes tipos de agresiones. Sin embargo, en los últimos
años la vitamina E a pasado a tener un especial interés en la
regulación de la función inmune del animal.
Figura
1: Estructura química del α-tocoferol (la forma más potente
de vitamina E)
|
¿Como mejora la vitamina E la inmunidad del cerdo?
En un principio se creía que el efecto sobre el sistema inmune de la
vitamina E se debía a la protección de los leucocitos contra la
oxidación, ya que los leucocitos son muy sensibles a esta agresión.
Este efecto se podría obtener con otros antioxidantes liposolubles. Sin
embargo, además de este efecto protector, podemos hablar de un efecto
inmunoestimulante que no puede ser explicado por sus características
antioxidantes y que no se da en el caso de otros antioxidantes. En la actualidad
se sabe que la vitamina E determina algunos cambios muy importantes en los procesos
de proliferación celular y expresión de determinados genes, y
estos cambios son los responsables de la mejora de la respuesta inmune. Como
consecuencia de estos efectos no antioxidantes, a la vitamina E se le atribuyen
funciones como:
|
-Mejora de la inmunidad humoral: aumento de producción
de anticuerpos.
-Mejora de la respuesta fagocítica.
-Mejora de la diferenciación y migración de los linfocitos. |
Parece ser que el beneficio del aporte de vitamina E en cerdos radica sobretodo
en un mejor desarrollo de la inmunidad humoral, consiguiendo niveles 2 o 3 veces
mayores en la respuesta de anticuerpos. Por ejemplo, la inclusión de vitamina
E como adyuvante en vacunas aumenta los niveles de anticuerpos conseguidos, mejorando
la protección contra la infección. Este efecto es el mismo cuando
el suplemento se suministra por vía oral. Por otro lado, el efecto en la
inmunidad celular también es importante ya que niveles bajos de vitamina
E producen una depresión de linfocitos y células polimorfonucleares
en sangre. En general, los efectos beneficiosos de la vitamina E en el sistema
inmune encontrados en la bibliografía se observan a dosis entre 2 y 10
veces mayores a los requerimientos mínimos establecidos para la especie
(tabla 1).
Tabla
1: Necesidades de vitamina E en cerdos (alimentados ad libitum, 90% materia
seca, NRC1998) |
|
Cerdos
en crecimiento |
Cerdas |
|
3-10
kg |
10-120
kg |
gestantes |
lactantes |
UI1/Kg
de alimento |
16
|
11
|
44
|
44 |
1
Unidad internacional = 1 mg de acetato de DL-α- tocoferol, ó
0,67 mg de D-α-tocoferol |
En el cerdo la concentración de vitamina E plasmática y tisular
es proporcional a su nivel de inclusión en la dieta. Sin embargo se ha
de tener cuidado ya que existen determinados factores que pueden impedir una
correcta absorción de la vitamina E como puede ser un exceso de vitamina
A. Además, se ha de tener en cuenta que la vitamina E forma parte de
un sistema complejo en el que otros elementos, como el selenio, deben ser suministrados
en cantidades adecuadas para obtener el resultado esperado.
Estas mejoras del sistema inmune son importantes durante toda la vida productiva
del animal, sin embargo cobran especial importancia en el lechón ya que
el correcto desarrollo de su inmunidad es un factor clave para su supervivencia
y para obtener mejores índices productivos. Se ha observado que el aporte
con niveles mayores que los normalmente presentes en las recomendaciones nutricionales
de crecimiento promueven una mayor resistencia del cerdo a las infecciones como
los problemas entéricos provocados por
E. coli.
Importancia de la suplementación de la cerda
La concentración de vitamina E en el calostro y en la leche de la cerda
es muy dependiente de su nivel de inclusión en la dieta. Así, el
aporte de vitamina E a la cerda supone una contribución directa al lechón,
cosa que favorecerá el desarrollo de su inmunidad. Sin embargo, la importancia
del aporte de vitamina E para el lechón empieza ya desde mucho antes del
parto. Además de tener importantes funciones en el éxito reproductivo,
la vitamina E determina la capacidad inmune que la madre transmite a la camada.
El lechón no empieza a desarrollar inmunidad humoral hasta los 10-15 días
de edad y aun entonces su inmunidad es deficiente. Así el cerdo depende
en gran medida de los anticuerpos que obtiene del calostro. El aporte de altos
niveles de vitamina E a las cerdas mejora su producción de anticuerpos,
con lo que el lechón recibirá una mayor dosis de anticuerpos a través
del calostro, además de un mayor nivel de vitamina E. Esto se traduce directamente
en una mayor supervivencia al parto y al destete de los lechones.