Así lo ve Imasde
28-jul-2005 (hace 19 años 5 meses)•
Plan de formación de trabajadores que incluya conceptos generales
de la higiene del pienso. • Diseño higiénico y plan de mantenimiento de locales, instalaciones y equipos. Evitar sobretodo la entrada de humedad en silos, almacenes e instalaciones que pueden mojar los productos. • Plan de limpieza y desinfección. • Plan de control de plagas, desinsectación y desratización: de especial importancia ya que pueden ser vectores de entrada y propagación de las contaminaciones. • Plan de control de aguas de abastecimiento. |
• Recepción y entrada
de las materias primas, hasta su uso en la dosificación. En esta
área la materia prima se considera potencialmente contaminada a
espera de los resultados del control de calidad o su tratamiento. • Proceso de fabricación propiamente dicho. Dentro de éste pueden separarse procesos como la molturación, dosificación-mezcla y la granulación. • El producto acabado y transporte a granja. Deberán manejarse separadamente (silos y transporte) los piensos a los que se haya aplicado un programa de control de microorganismos. Los productos en sacos deben almacenarse en áreas secas y ventiladas, y sin contacto directo con el suelo. |
• Recirculación de ingredientes
y aire-polvo por un mal diseño de las instalaciones o malas prácticas
de fabricación. Es de especial relevancia el procurar las recirculaciones
sobre el mismo proceso o área funcional. • Presencia de restos de producto, que fermentan y contaminan a los ingredientes o piensos tras su paso o por desprendimiento de los restos. Los puntos críticos más importantes son los elevadores (pies y cangilones) y las condensaciones en el enfriador (presencia de finos, humedad y temperatura). Será importante aplicar un buen programa de mantenimiento y limpieza. • Reutilización de ingredientes o piensos por derrames o retirada de productos. Se debe ser muy precavido en este aspecto, desechando cualquier producto que suponga un riesgo por antiguo, húmedo o heterogéneo. |
•
Tratamientos térmicos: su eficacia dependerá de la temperatura,
tiempo, humedad y presión aplicados. Se considera que temperaturas
de unos 80ºC durante 5-10 minutos son suficientes para reducir significativamente
la carga bacteriana, aunque son necesarios tratamientos superiores a los
120ºC durante más de 15 minutos para higienizar completamente
el pienso. Posteriormente deberá evitarse la recontaminación
o adicionarse productos que la controlen. • Tratamientos químicos: se basan principalmente en el uso de ácidos orgánicos, siendo el fórmico (bactericida) y propiónico (fungicida) los más utilizados. Aunque otros ácidos y sus combinaciones pueden ser muy interesantes para una mayor protección del pienso, así como obtener efectos beneficiosos en el animal. Son más eficaces en el control que la reducción de la contaminación. |