Marta Marsó i Garcia. Intervenció Ambiental, SL. España. ()
22-jun-2005 (hace 19 años 5 meses 2 días)Actualmente
la intensificación de la ganadería en determinadas zonas origina un problema en
la gestión de los purines/estiércol generados en las granjas. Los purines/estiércol
son un residuo valorizable que se puede utilizar como fertilizante por su alto
contenido en nitrógeno y fósforo en los campos de cultivo. El problema surge cuando
se produce un desequilibro entre la cantidad de purines generados en la granja
y el requerimiento de nutrientes de los cultivos. Entonces se genera un excedente
que si se aplica sobre las tierras que ya están saturadas de fertilizantes, los
cultivos no son capaces de absorberlo y se produce la contaminación del suelo
y consecuentemente la contaminación de las aguas subterráneas.
Hoy en día se dispone de diversas soluciones técnicas para el tratamiento de los
purines. En este artículo nos centraremos en una solución tecnológicamente sencilla
y bastante económica basada en una separación por fases y un posterior compostaje.
El compostaje consiste en un proceso biológico aeróbico mediante el cual los microorganismos
actúan sobre la materia biodegradable (restos de cosecha, excrementos de animales,
residuos orgánicos domésticos) permitiendo obtener el compost, abono de calidad
para la agricultura. El compostaje permite una mayor manipulación, almacenaje
y transporte en la gestión de los purines dentro de la misma explotación agrícola
(muy interesante para parcelas lejanas) y también permite la comercialización
de una parte del purín como fertilizante en forma de compost. La comercialización
se puede hacer mediante un gestor autorizado o mediante una empresa productora
de sustrato para la horticultura y jardinería. Con este sistema se consigue reducir
el peso y el volumen de la fracción sólida de los purines entre un 40-50% a causa
de la perdida de materia orgánica y de la evaporación del agua. El compost obtenido
es un producto estable y higienizado. Para obtener un compost equilibrado es conveniente
realizar una mezcla adecuada de distintos residuos biodegradables de naturaleza
diferente (restos de cosecha, excrementos de animales, residuos orgánicos domésticos,
etc.).
La separación de los purines en la fracción líquida y la fracción sólida permite
mejorar el posterior tratamiento y gestión de estos residuos. La separación en
fases se puede realizar a través de la centrifugación, tamizaje, filtraje por
presión o por gravedad, etc. El sistema a escoger dependerá del volumen a tratar,
de la eficiencia de separación que se requiera y de la inversión económica que
se disponga. Para mejorar el proceso existen unos productos biológicos: los fluidificantes,
que aplicados directamente en las fosas evitan la formación de costras.
La fracción sólida se someterá al proceso de compostaje que consiste en un proceso
controlado de descomposición aerobia (con presencia de aire) de la materia orgánica
que se desarrolla en 2 fases: fase de degradación y fase de maduración. Uno de
los sistemas de compostaje más habituales consiste en colocar la fracción sólida
en montones sobre una superficie impermeabilizada y con recogida de lixiviados.
Los montones tienen que ser volteados para facilitar la entrada de aire y para
homogenizar la mezcla. Para la producción de un buen compost se requiere controlar
algunos parámetros: temperatura, oxigeno, humedad, esponjosidad de la muestra
y equilibro nutricional (C/N). El equilibrio nutricional se consigue mezclando
restos vegetales (restos de poda, paja, corteza de pino, etc.) ricos en carbono
(que a la vez aportan estructura al compost y porosidad) con la fracción sólida
de los purines ricos en nitrógeno. En la tabla siguiente se muestra la relación
nutricional entre los diferentes productos compostables:
Material
|
C
/ N
|
Fracción
sólida de purines
|
9
|
Estiércol
bovino
|
18
|
Gallinaza
|
13
|
Residuos
jardín
|
3
|
Paja
|
128
|
Serrín
|
511
|
Corteza
de pino
|
723
|
Fuente:
"Guia del tractament de les dejeccions ramaderes", publicado conjuntamente
por el Departament de Medi Ambient y el Departament d'Agricultura, Ramaderia
i Pesca de la Generalitat de Catalunya (España).
|
El
proceso de compostaje requiere entre 3 y 4 meses hasta obtener el producto final:
el compost. Este producto no produce molestias de olor, es seco, higienizado,
estable y permite un almacenaje por largo tiempo conservando las mismas propiedades.
La fracción líquida que se había obtenido en el proceso de separación física
del principio contiene cargas importantes de nitrógeno y fósforo y puede aplicarse
agrícolamente como riego o en el caso que no se disponga de suficientes tierras
podemos someter ésta fracción a un tratamiento biológico (depuración), para
reducir la carga de nutrientes, que conllevará un encarecimiento económico de
la gestión. La depuración a base del proceso de nitrificación y posterior desnitrificación
permite la reducción del nitrógeno y de la materia orgánica en forma de CO
2
i N
2 gas, pero no elimina el fósforo ni el potasio. Pretender conseguir depurar
completamente la fracción líquida de los purines es un sistema económicamente
poco viable. Por lo tanto, podemos concluir que con la separación del purín/estiércol
en 2 fases (sólida/líquida) y con el posterior compostaje y/o depuración de
la fracción líquida hemos conseguido reducir el volumen, reducir la carga orgánica
y convertir parte del residuo en un producto de calidad fácilmente comercializable.