Stan Done. Veterinary Laboratories Agency. Reino Unido
28-dic-2004 (hace 19 años 10 meses 25 días)
Hasta hace poco no hemos empezado a comprender la complejidad de la variante europea del virus PRRS. Durante un período de 10 años hemos vivido en un error creyendo que el virus “Lelystad”, a diferencia del virus PRRS norteamericano, estaba protegido y era estable. Recientemente hemos observado en los hallazgos clínicos y en el examen post-mortem, tanto macroscópico como microscópico, indicaciones de que se pueden estar desarrollando nuevas cepas en el Reino Unido. Los colegas italianos y polacos sugieren que siempre ha existido este problema. Los daneses son, por supuesto, el ejemplo vivo de lo que sucede cuando se usan virus vivos de cualquier otro sitio para vacunar a la propia población porcina. La finalidad de esta comunicación es recordar las pruebas disponibles.
Especímenes patológicos
Inmunohistoquímica (IHQ)
La ventaja de usar esta prueba es que en cortes prácticamente en serie se puede hacer un examen de pulmón al microscopio óptico y hacer observaciones sobre su patología e inmediatamente, si se sospecha la existencia de una neumonía intersticial de etiología viral, llevar a cabo una prueba IHQ para virus PRRS, de la influenza porcina o circovirus tipo 2 (PCV2). Se establece así un vínculo inmediato entre patología y etiología.
Aislamiento del virus
El mejor método para determinar la infección consiste en aislar el virus del pulmón, de los ganglios linfáticos o de las amígdalas, o mediante un frotis orofaríngeo hacer crecer luego al virus mediante cultivo de tejidos. La secuenciación de estos virus no es tan buena como la secuenciación directa, ya que en el cultivo de tejidos se seleccionan cepas adaptadas al cultivo más que las cepas de campo.
Identificación complementaria del virus
Secuenciación
La cepa aislada se puede identificar más a fondo con respecto a una de las partes que compone el genoma viral. Esto se conoce como marco abierto de lectura (ORF). En el virus PRRS hay 2-7, y el 5, 6 y 7 son los que se estudian con más frecuencia. Los ORF 6 y 7 son los más estables (los sujetos a menos cambios) en todos los virus del PRRS y son, por consiguiente, los secuenciados más habitualmente. Sin embargo el ORF 5 también se utiliza a menudo, ya que es sumamente variable, es decir, el menos protegido. Si tiene virus que se diferencien en más de un 1% unos de otros, es probable que no estén estrechamente relacionados, como por ejemplo ocurre con los que hemos aislado recientemente en Yorkshire.
RT-PCR
Estas son las siglas de transcriptasa inversa, reacción en cadena de la polimerasa en la que el ARN viral se convierte en ADN y luego es amplificado por la PCR. Se dirige habitualmente al ORF 6 o 7, también al 5. Es una técnica rápida, con una elevada especificidad y sensibilidad. Resulta de utilidad para el semen cuando éste es tóxico para los sistemas de cultivo de tejidos. Se utiliza para detectar y vigilar poblaciones de cerdos negativas. Las muestras que resulten positivas para ORF 5 en RT-PCR se pueden emplear para RFLP.
RFLP
Se trata del polimorfismo de longitud de los fragmentos de restricción que hace referencia a la digestión de fragmentos de PCR por la enzima de restricción. Es especialmente útil para diferenciar cepas de vacuna de cepas de campo.
Serología
Actualmente se utilizan las técnicas ELISA, IFA y SVN. Existen varios tests ELISAs, como uno indirecto (Hipra, Girona) y uno de bloqueo (Bio-Vet, Quebec), pero la mayoría de los laboratorios emplean el ELISA PRRS IDEXX, del que existen datos de sensibilidad del 100% y especificidad del 99%, y un cociente de muestra a positivo (S:P) de 0,4 indica que la población es positiva.
La prueba indirecta de anticuerpos fluorescente (IFA) proporcionará un título de anticuerpos, tiene buena sensibilidad pero tal vez menor especificidad.
La neutralización de virus séricos (SVN) es fundamentalmente una herramienta de investigación.
Conclusión
Las técnicas de RT-PCR o RFLP, aunque pueden indicar cambios en el genoma (pérdida de un par de bases, cambios en múltiples pares de bases, etc.), no facilitan ninguna información sobre cambios en la virulencia o la patogenicidad porque todavía no conocemos la trascendencia de los ORF a los que hacen referencia estos cambios. Puesto que no conocemos esta significación, tampoco podemos decir si una vacuna va a funcionar o no.
Las pruebas serológicas probablemente son útiles sólo a nivel de explotación, pero no para casos individuales debido a la tremenda variación que existe en la respuesta de cada individuo a un virus de campo o de vacuna.