Control de la enfermedad de Glässer: exposición controlada a Haemophilus parasuis

Albert RoviraCarlos Pijoan (†)
30-nov-2004 (hace 20 años 22 días)

Haemophilus parasuis es un bacilo gram-negativo de la familia Pasteurellaceae, que se encuentra habitualmente en el tracto respiratorio superior del cerdo. Sin embargo, en determinadas condiciones, puede provocar poliserositis, meningitis y artritis, un cuadro clínico conocido como enfermedad de Glässer. Es una especie muy heterogénea, como se demuestra mediante técnicas de determinación de serotipo y de genotipo. Las técnicas de determinación del genotipo han demostrado una mayor capacidad de discriminación y pueden distinguir cepas dentro de un mismo serotipo.

La enfermedad de Glässer se describió en un principio como esporádica y relacionada con el estrés. Sin embargo, en la última década, los cambios realizados en la producción porcina para erradicar o controlar otras enfermedades (producción en tres sitios, destete precoz) han producido un aumento en la aparición de la enfermedad de Glässer. Este cambio probablemente se debe a la falta de exposición de los lechones a la bacteria mientras están protegidos por la inmunidad materna. La enfermedad de Glässer es hoy en día una de las principales causas de mortalidad en las transiciones de la producción porcina moderna.

Las medidas de control para esta enfermedad incluyen la administración de antibióticos, vacunas comerciales y autógenas y la exposición controlada. En muchos casos, el tratamiento con antibióticos no es capaz de controlar la enfermedad. Las vacunas muertas comerciales dan resultados muy incoherentes, probablemente por la falta de protección cruzada entre la cepa de la vacuna y la cepa de campo. Se pueden obtener mejores resultados con vacunas autógenas muertas, aunque en algunos casos no funcionan, aparentemente por una selección errónea de la cepa de la vacuna o un mal momento de vacunación. Se recomienda la determinación del genotipo de un número representativo de aislados de la granja afectada para identificar la cepa prevalente y seleccionar el aislado correcto para la producción de la vacuna. Pese a esto, el aislamiento de esta bacteria en casos de campo es difícil y a menudo infructuoso.

Figura 1: Administración del inóculo. En el tratamiento, se introduce dentro de la boca de cada lechón 1 ml del inóculo pulverizado.

La exposición controlada es una técnica relativamente reciente que consiste en infectar al cerdo durante la primera semana de vida con una dosis baja de la cepa prevalente que afecta a la granja. Los lechones son expuestos mientras todavía están protegidos por la inmunidad materna. Esta exposición precoz evita que los cerdos contraigan la enfermedad en la transición. Oliveira y colaboradores describieron por primera vez la técnica y demostraron su utilidad en un sistema de producción de grandes dimensiones donde no funcionaba la vacunación comercial ni la autógena. En este estudio a gran escala, que incluyó a 36.000 cerdos, la mortalidad en transición se redujo significativamente, del 14,3% en los grupos testigo al 6,4% en los grupos de tratamiento, mediante la exposición controlada. Por otra parte, estos estudios de campo han sido confirmados mediante inoculación experimental con H. parasuis después de la exposición controlada. En este experimento, los cerdos expuestos estuvieron protegidos ante la infección provocada mientras que los cerdos del grupo testigo (no expuestos) desarrollaron la enfermedad de Glässer y murieron después de la inoculación.

Para aplicar satisfactoriamente esta técnica hay que seguir varios pasos:

-Diagnóstico de la enfermedad de Glässer por aislamiento de H. parasuis de los puntos sistémicos de los cerdos con signos clínicos y/o lesiones compatibles.
- Identificación de la cepa o cepas prevalentes en la granja/sistema: se determina el genotipo de los organismos aislados por ERIC PCR y se comparan entre sí (figura 2). Se necesitan aproximadamente diez aislados.
-Preparación del inóculo: la cepa o cepas prevalentes se cultivan, se recolectan y se suspenden en PBS (solución salina tamponada con fosfato) a una concentración de 105UFC/ml, se distribuyen en alícuotas y se congelan a –80ºC.
-Administración del inóculo: se descongela una alícuota congelada y se diluye en PBS hasta alcanzar una concentración final de 103 UFC/ml. Se administra 1 ml de esta solución a cada cerdo, dentro de la boca, con ayuda de una botella con atomizador (figura 1).

Figura 2: Dendrograma resultante de la técnica ERIC PCR. Esta técnica de determinación del genotipo muestra diferentes patrones de bandas para distintas cepas. Después de realizar la PCR se comparan los patrones de bandas con un programa de ordenador. En este caso, se identificaron tres cepas diferentes de los doce aislados de Haemophilus parasuis.

Aunque no es un procedimiento difícil, es preciso seguir atentamente los pasos indicados. Varias empresas de producción porcina y médicos veterinarios de Estados Unidos están utilizando actualmente esta técnica. En estos casos, el diagnóstico, el aislamiento de H. parasuis y la preparación del inóculo se realiza en un pequeño laboratorio bacteriológico dentro de la clínica o la empresa, mientras que la identificación de la cepa prevalente (ERIC PCR) se realiza en un laboratorio de investigación. Una vez puesta en práctica la técnica de exposición controlada en un sistema, es importante instaurar un plan de vigilancia para detectar rápidamente la posible aparición de nuevas cepas en la granja de forma que se puedan incluir en el inóculo.

La exposición controlada es una nueva técnica que nos permite controlar las cepas, el tiempo y la dosis de infección. Esta técnica ha tenido mucho éxito en varias explotaciones de EE.UU. y se puede poner en práctica también en otros países. Hasta que se desarrolle una vacuna más efectiva, la exposición controlada será una herramienta importante para los veterinarios de porcino.