International Pig Topics. Vol. 19. Nº 3. 2004.
28-jul-2004 (hace 20 años 4 meses 27 días)Introducción
Una buena ingesta y absorción de minerales traza es necesaria para obtener
una buena respuesta inmune, reproducción y crecimiento. Sin embargo, detectar
las deficiencias de estos minerales es difícil en el caso de deficiencias
subclínicas o marginales ya que los síntomas clínicos específicos
no son lo suficientemente evidentes para el productor como para reconocer la deficiencia.
Las funciones de los minerales traza pueden agruparse en cuatro categorías:
- Estructural: minerales que forman parte de los componentes estructurales
de los órganos o tejidos.
- Fisiológica: minerales que actúan como electrolitos.
- Catalítica: referente al papel catalítico de las metaloenzimas
en los sistemas hormonales y enzimáticos.
- Reguladora: por ejemplo la influencia del zinc en la transcripción
y la iodina como constituyente de la tiroxina, hormona asociada a la función
tiroidal.
Tal y como muestra la siguiente figura, al disminuir el status de minerales traza
en el animal las primeras funciones que se ven comprometidas son la función
inmune y enzimática, seguido de la disminución del crecimiento y
fertilidad máximos y del crecimiento y fertilidad normales antes de detectar
evidencias claras de deficiencia clínica:
Efectos sobre la función inmune
Los minerales traza identificados como importantes para un desarrollo normal de
la función inmune y de la resistencia a las enfermedades son el zinc, cobre,
manganeso, hierro y selenio y una deficiencia de uno o varios de estos minerales
puede comprometer la inmunocompetencia.
La primera barrera de defensa del cuerpo es la piel y el
zinc y el
manganeso
son elementos clave para mantener la integridad dell tejido epitelial. Cabe
tener en cuenta que el revestimiento del tracto respiratorio, pulmones, tracto
gastrointestinal y aparato reproductivo son también tejido epitelial y
que el mantenimiento de la integridad y salud de estas zonas puede reducir la
infiltración de patógenos.
El
cobre juega un papel importante en la producción de energía,
producción y actividad de los neutrófilos, producción de
enzimas antioxidantes, desarrollo de anticuerpos y replicación linfocitaria.
Una deficiencia en cobre puede causar defectos en los linfocitos T (se ha observado
una reducción de la respuesta de los linfocitos blastogénicos ante
fitohemaglutinina y concavalina A). El mecanismo a través del cual el cobre
puede alterar la respuesta inmune está relacionado con la interacción
a nivel de la membrana plasmática.
El
zinc actúa activamente en la producción de energía,
síntesis proteica, estabilización de las membranas contra las endotoxinas
bacterianas, producción de enzimas, mantenimiento de la replicación
linfocitaria y producción de anticuerpos. Su deficiencia causa disminución
de la respuesta inmune celular, disminuyendo la respuesta de anticuerpos.