Caso clínico: Influencia del manejo alimentario sobre los resultados productivos

07-abr-2004 (hace 20 años 8 meses 15 días)

Descripción de la granja

La granja, situada en el norte de Italia y con instalaciones viejas, cuenta con 1900 cerdas (LWxLD).

La duración de la lactación es de 20 días y después del destete la mayoría de los lechones son transferidos a un sitio 2, permaneciendo sólo en el sitio 1 las hembras de auto-reemplazo.

Las cerdas, al final de la lactación, se transfieren a la zona de cubrición. En esta zona se alojan en jaulas y permanecen hasta aproximadamente los 40 días de gestación. Las cerdas diagnosticadas como gestantes mediante ecografía se transfieren a las naves de gestación, donde permanecen hasta la entrada en parideras. Existen 2 tipos de instalaciones destinadas a cerdas gestantes:

a) box de 8 animales con alimentación automática restringida.
b) box de 28 animales con alimentación ad libitum.

En abril del 2003 se cambió de proveedor de piensos, al que se le compran dos tipos de piensos distintos para cerdas gestantes: uno con formulación para las cerdas alimentadas de forma restringida (GR) y otro para las alimentadas ad libitum (GV).

La granja es libre de Aujeszky y Sarna, mientras que es positiva e inestable para PRRS.

A continuación se muestran algunos datos productivos de la explotación:

Feb 02- Ene 03
Ene 03- May 03
Índice de partos (%)
82,2
84,8
Partos/cerdas/año
2,41
2,43
Nacidos tot./parto
12,3
12,7
Nacidos vivos/parto
10,9
11,2
Nacidos muertos (%)
8,6
8,7
Momificados (%)
2,6
3,1
Mortalidad sala parto (%)
15
15,5
Destetados/parto
9,2
9,4
destetados/cerda/año
22,1
23,2

Aparición del caso

Durante la primavera de 2003, tres meses después de la introducción de los dos nuevos tipos de piensos mencionados anteriormente (GR + GV), aparecieron algunos problemas en gestación y sobretodo en las salas de parto.

Al final de la gestación, las cerdas presentaban un estado de carnes excesivo y llegaban al parto con muy poco apetito.

En la sala de partos se observaba:

No se observaron efectos significativos sobre los parámetros reproductivos (abortos, repeticiones, etc.).

En las cerdas alimentadas ad libitum con el pienso GV no se observó ningún problema en particular, ni antes ni después del parto.

En ese período no se observaron síntomas clínicos generalizados, ni en reproductores ni en lechones.

Diagnóstico

Desde el principio se descartó una posible causa infectiva ya que, aunque la explotación presentaba una circulación cíclica de PRRS, los signos clínicos evidenciados en ese período no hacían pensar en un problema viral y/o bacteriano.

La atención se concentró en el análisis de los datos relativos a la alimentación.

Durante 80 días las cerdas en gestación consumieron 377.620 kg de pienso GR. Excluyendo a las cerdas alimentadas ad libitum y considerando alrededor de 1300 cerdas gestantes, se dedujo que el consumo medio diario fue de 3,6 kg/cerda/día.

El pienso de gestantes GR contenía 2.800 kcal / kg de Energía Metabolizable (EM), lo que significa que la ingestión de EM era superior a las 10.000 kcal/cerda/día.

Analizando los datos sobre una base anual, el pienso que cada cerda consumió por lechón destetado fue superior a 60 kg, de los cuales sólo el 17% era pienso de "lactación".

Cada cerda consumía demasiado pienso y demasiadas calorías de forma que en el momento del parto su estado de carnes era excesivo provocando dificultades durante el parto, para ingerir alimentos y para producir leche.

La causa fue identificada en el dosificador volumétrico del pienso de gestación GR, ya que eran dosificadores viejos que suministraban pequeñas cantidades de alimento varias veces al día, como consecuencia, en el transcurso del día, se repetía un pequeño error muchas veces (un error de 1 hectogramo x 10 veces = 1 kg). Además de esto, se verificó la existencia de un peso específico diferente entre el pienso utilizado anteriormente y el nuevo, el cual contenía también menos energía.

Esta hiperalimentación se verificó sólo en las cerdas gestantes GR y no en las alimentadas ad libitum con el pienso GV, un pienso más fibroso, si bien las cerdas alimentadas ad libitum consumían más que las restringidas, ingerían también mayor cantidad de fibra y menos calorías, llegando al parto con un estado de carnes normal.

Medidas tomadas y resultados

Los dosificadores de pienso fueron revisados y se puso mayor atención en la gestión de la alimentación en la fase de gestación.

Se obtuvo una mejora significativa de las cerdas antes, durante y después del parto, dando lugar a niveles de ingesta normales, reducción de partos lentos y una producción de leche normal. Se observaron también beneficios en los lechones, en particular una reducción de los nacidos muertos y menos problemas durante la lactación.


Comentarios

El caso aparece en una explotación situada al norte de Italia donde en abril de 2003 se cambió de proveedor de piensos para reproductores.

A los 90 días después del cambio se observó la aparición de algunos problemas en las cerdas, sobretodo en las parideras: poco apetito, particularmente en los días sucesivos al parto, estreñimiento, partos lentos y menor producción de leche. Se observó también un empeoramiento de los datos productivos relacionados con los lechones: aumento de nacidos muertos, poca viabilidad y menor prolificidad.

No se observaron síntomas clínicos generalizados en forma activa, a pesar que la granja era PRRS positiva no existía ninguna razón que hiciera pensar que la sintomatología descrita se pudiera atribuir a esta enfermedad.

No se observaron problemas en la gestación: retornos al estro y abortos normales.

Analizando el consumo de pienso de las cerdas gestantes, suministrado de forma restringida, se calculó un consumo de pienso de 3,6 kg/cerda/día, con un aporte de más de 10.000 kcal/cerda/día. Las cerdas llegaban al parto sobrealimentadas y excesivamente grasas, con los consiguientes problemas en la fase del parto y post-parto.

La causa fue atribuida a los dosificadores de pienso volumétricos, los cuales suministraban más pienso de lo debido. Debía haberse tenido en cuenta el peso específico diferente entre el pienso nuevo y el viejo así como el menor aporte energético de este último.

Se verificó el correcto funcionamiento de los dosificadores de pienso.

Durante el mes de septiembre se observó una mejora de casi todos los parámetros productivos tanto de las cerdas como de los lechones.