Síndrome del desmedro (PMWS) - Observaciones de campo en España: epidemiología, tratamiento y control

Enric Marco
06-ago-2002 (hace 22 años 3 meses 8 días)

Epidemiología

La mayoría de brotes de desmedro se podrían relacionar con la entrada de los animales de remplazo en la granja. No obstante hemos observado como se han visto afectadas granjas con un alto estado sanitario y con unas buenas medidas de bioseguridad. Curiosamente en estas granjas no se ve ningún otro cambio en el estado sanitario. Respecto a la posible entrada en granjas "cerradas" podemos sospechar del semen.

Una vez tenemos los cerdos en el engorde, el PMWS no se comporta como una enfermedad infecciosa típica, si mezclamos dos orígenes sanitarios diferentes (uno positivo y otro negativo) vemos como los animales positivos desarrollan los síntomas típicos mientras que no apreciamos nada en los negativos.

La despoblación parcial no es ninguna solución para la erradicación de la enfermedad.

Control

Las medidas principales de control van destinadas a mantener el balance sanitario en la granja, evitar el contagio entre los animales en la granja así como favorecer la respuesta inmune natural.

Para mantener el balance sanitario en la granja tenemos que considerar que el PMWS puedes ser peor si tenemos combinación de otros patógenos en la granja, las siguientes medidas pueden ayudarnos a controlarlo:

Para evitar el contacto podemos:

Para favorecer la respuesta inmune podemos:

Tratamiento

La respuesta antibiótica es mala. Tendríamos que evitar cualquier tratamiento inyectable ya que empeora el proceso. Podemos obtener mejores resultados haciendo tratamientos vía agua. Es recomendable la rápida separación de los animales enfermos en enfermerías con aire limpio y aisladas del resto de la piara.

La sueroterapia funciona como un buen tratamiento para controlar el PMWS. Para hacer la sueroterapia escogeremos siempre el mejor cerdo y de más peso en el engorde. Con tres mililitros de suero inyectados intra-peritonealmente a los lechones durante la lactación basta para reducir de manera considerable las bajas en el engorde. El uso de la sueroterapia justo al inicio del engorde (cerca del periodo de mortalidad) tiene una respuesta muy variable y peor que cuando se usa en fases más tempranas.