En el momento del destete hay un descenso de la actividad enzimática del lechón que puede ser debido bien a una reducción de su capacidad para digerir proteínas y nutrientes de origen vegetal debido bien al estrés bien a una reducción en la cantidad de substrato disponible como consecuencia del menor consumo. En este momento el lechón debe enfrentarse no sólo al cambio de dieta en relación con la naturaleza de la proteína y de los lípidos, sino que además inicia abruptamente el consumo de almidón proveniente de los cereales que a menudo constituyen mas del 40% de la dieta. El almidón no digerido provocará un exceso en las partes finales del tracto digestivo y dará lugar a fermentaciones indeseables, crecimiento bacteriano desordenado, disbiosis y procesos entéricos.
En este contexto se enmarca el uso de a-amilasas exógenas, que podrían complementar el sistema enzimático endógeno del lechón, ayudando a digerir el almidón dietético.
Las consideraciones para recomendar el uso o no de a-amilasas en dietas de lechones son las siguientes:
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Edad del animal: las a-amilasas exógenas son más recomendable cuanto más precoz sea el destete, si bien existe una adaptación del digestivo del animal relativamente rápida en función del substrato con el que se enfrenta. Sin embargo, diversos trabajos han observado un mayor efecto de la suplementación enzimática entre 12 y 20 kg que entre 6 y 12 kg, probablemente debido a los mayores niveles de ingestión en los lechones de mas peso.
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Tiempo de uso: el digestivo se adapta razonablemente y de forma rápida a los nuevos constituyentes de la dieta. La inclusión de amilasas podría facilitar la transición entre piensos para distintas edades.
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Tipo de almidón: las a-amilasas son substrato-dependientes y su eficacia será tanto mayor cuanto menor sea la digestibilidad del substrato de partida. Por tanto cabe esperar una eficacia decreciente según la dieta esté basada en mandioca, maiz, guisantes, cebada o trigo y arroz.
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Uso de cereales cocidos: si el almidón está parcialmente gelatinizado tiene menos sentido utilizar amilasas exógenas, aunque este hecho no está suficientemente contrastado.
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Presentación del pienso: todas las enzimas son termolábiles y por tanto debe prestarse atención a las temperaturas del procesado. En piensos granulados para lechones las temperaturas aplicadas no son muy altas por lo que no son de esperar problemas a este particular.
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Asociación con otras enzimas: en la actualidad la U.E. permite el uso tanto de amilasas solas como en combinación formando parte de complejos multi-enzimáticos. En este último caso se asocia con b-glucanasas, xilanasas y oligosacaridasas, cuyos efectos podrían ser aditivos, ya que reducen los efectos negativos de los polisacáridos no amiláceos presentes en las materias primas de origen vegetal.
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Factor de seguridad: el uso de amilasas actúa a forma de seguro de la dieta, asegurando una mayor uniformidad en los resultados. El interés por incluir este seguro dependerá del coste relativo de la inclusión del enzima en relación a los efectos que se esperan del mismo.
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Tecnología: la inclusión de amilasas en piensos líquidos mejora la fluidez, facilitando el reparto del pienso y la limpieza de conductos.
En base a la información disponible se recomienda usar con precaución amilasas en dietas para lechones. Su eficacia depende de numerosos condicionantes y los efectos de su inclusión no siempre son contrastables. Un punto de interés es que en general hay mas satisfacción con su uso a nivel de campo que a nivel experimental. En cualquier caso se recomienda utilizar exclusivamente aquellas fuentes de a-amilasas que hayan sido registradas como aditivo para lechones en la UE.