Fiebre Aftosa 2001

Stan Done
15-jun-2001 (hace 23 años 5 meses 6 días)

La aparición de la Fiebre Aftosa (FA) tipo 0 (tipo asiático) en el Reino Unido, poco tiempo después de hacerlo la Peste Porcina Clásica (PPC), ha sido una enorme amenaza para la industria ganadera del Reino Unido. Los brotes de estas dos enfermedades en tan poco tiempo, y siendo ambas supuestamente originarias de la misma parte del mundo, son hechos que parecen indicar que ha habido cambios en los hábitos de las importaciones de alimentos en el Reino Unido que habrían permitidos la entrada de estas cepas víricas.

Recientemente, las observaciones realizadas por unos periodistas de televisión han demostrado lo fácil que es obtener carne de animales exóticos, incluidos los monos, en los mercados étnicos del norte de Londres, aunque a elevados precios. Estos productos se introducen en pequeñas cantidades, fundamentalmente por extranjeros nacionalizados cuando vuelven de sus países de origen y por contrabandistas profesionales cuando se trata de cantidades mayores. ¡Quién sabe qué agentes patógenos se estarán introduciendo en estos productos! Debemos disponer de más personal y de mejores técnicas para la detección de productos importados ilegalmente. Una utilización más exhaustiva de perros entrenados en los aeropuertos del Reino Unido podría ser un buen comienzo. Es razonable esperar la aparición de la Fiebre Catarral Ovina (lengua azul) en el Reino Unido a partir de leche y productos lácteos introducida por los turistas que vuelven de Cerdeña (cada vez en mayor número).

El hecho de que el presente brote probablemente sea debido a la alimentación de los cerdos con restos de comida, que obviamente estaban infectados y que no se sabía, procedentes de restaurantes, colegios, hostelería o productos de venta al por menor, ha conducido a la prohibición rápida de la alimentación con sobras en el Reino Unido.

Este brote (2001) es muy diferente del último gran brote ocurrido en 1967 en el Reino Unido. En este caso se trata de un único brote primario, con difusión secundaria al matadero (transporte de cerdos), por contacto local a las ovejas y de ahí a los mercados de gran parte del país. Probablemente se trasladaron dos millones de ovejas por puntos peligrosos de contacto antes de la detección de la enfermedad y de que se iniciara la prohibición de la circulación. De esta forma, lo que ha estado sucediendo es que se ha jugando al “pilla-pilla” desde el diagnóstico original.

Así pues, tenemos una epidemia multicéntrica que afecta al ganado lanar, que pasa por los mercados y tratantes, extendida por toda la nación, incluidas las exportaciones (Francia y Países Bajos) en la que el diagnóstico ha sido con frecuencia muy difícil. Esto es especialmente cierto en ovejas, en las que se presentan rara vez las lesiones típicas. Han sido escasas las ocasiones en que se han descrito lesiones en las pezuñas, lesiones en la boca y pirexia. Con frecuencia, esto ha dado lugar a la existencia de animales no diagnosticados en el terreno clínico, pero que han sido sacrificados por sospecha, y posteriormente llevados a instalaciones de infectados para realizar las pruebas laboratoriales de confirmación.

En el ganado vacuno casi todos los casos han sido diagnosticados de forma clínica, dado que los síntomas eran mucho más obvios (disminución importante en la producción de leche, cojera, dolor muy intenso en las pezuñas, heridas en las ubres, babeo [secreción de baba, salivación excesiva o ptialismo], lesiones bucales [ampollas, vesículas, erosiones, úlceras] en el paladar duro, rodete dental, encías y lengua y lesiones en las pezuñas, principalmente vesículas en la hendidura interdigital y a lo largo del rodete coronario.

Para nosotros, ganaderos y veterinarios de porcino, lo más asombroso ha sido que si bien el caso inicial en cerdos tuvo lugar en un matadero y la fuente de esta infección fue el suministro de desperdicios de comida bastante lejos de allí, se han dado pocos nuevos casos en ganado porcino. Otras dos explotaciones porcinas estuvieron pronto afectadas por difusión lateral desde el matadero, pero desde entonces es posible que solo haya habido tres grupos de cerdos sospechosos clínicamente, que estaban muy cerca de ovejas, y en todos los casos las pruebas de confirmación han sido negativas. Sólo hubo otro caso en cerdos y también fue al principio en un matadero donde se recogieron cerdos positivos procedentes de una de las explotaciones originales infectadas, pero los demás casos sospechosos por signos clínicos fueron negativos.

Dada la liberación de cantidades elevadas de virus por parte del ganado porcino infectado (40 veces más en comparación con el ganado vacuno y ovino), los cerdos han sido a menudo eliminados por considerarse contactos peligrosos que pueden presentar la formación de aerosoles de virus pero en ningún caso se ha demostrado el contagio de este tipo, y tampoco se ha demostrado la formación de aerosoles víricos (infección aerógena).