Una de las herramientas moleculares que se han desarrollado basadas en la tecnología del ADN recombinante es la reacción en cadena de la polimerasa (PCR). Esta técnica hace posible la detección sensible y específica de antígenos. Es muy sensible, mucho más que los métodos que utilizan técnicas convencionales, como la serología o incluso las técnicas más modernas de tecnología nucleica y de hibridación (sonda). Es capaz de amplificar selectivamente una única molécula de ADN o de ARN varios millones de veces, en el plazo de unas pocas horas.
Esta técnica es muy útil en laboratorios de investigación, pero tal vez aún no se ha alcanzado todo lo que promete en el laboratorio de diagnóstico, donde las exigencias son mucho más serias y además han de tenerse en cuenta los costes, sensibilidad y especificidad (contaminación) (Collins, 1997).
Existen diversas variedades de pruebas. Los análisis PCRs anidados y RT-PCR (Christopher-Henning, 1995 a/b; Shin et al., 1997) están actualmente en uso y presentan problemas intrínsecos, como la contaminación por arrastre (lo que provoca resultados falsos positivos) y la frecuente manipulación de las muestras después de la amplificación para el análisis de los resultados sobre gel. En un principio estos métodos fueron sólo cualitativos, pero en la actualidad son cuantitativos - se ha alcanzado un nivel de 0,01 TCID50 por reacción PCR, y también se ha utilizado una PCR múltiple.
El Taq Man Test™ desarrollado, por la Universidad de Minnesota, utiliza cuadro de lectura abierta 6 (ORF6) del virus PRRS. Detecta las cepas de EE.UU., pero no las europeas. Tiene una sensibilidad analítica entre 0,1 y 0,01 TCD50 por reacción PCR (similar a la PCR anidada), pero sin la necesidad de una PCR50 anidada y posterior análisis en gel de agarosa de los productos de la PCR (Tune et al., 1997). La purificación automatizada de ARN viral permite analizar un gran número de muestras, y después de la amplificación se utiliza un lector fluorescente.
Esta técnica puede ser de utilidad cuando se ha producido autólisis (Collins, 1997); por ejemplo, se ha encontrado virus PRRS con PCR en fetos y en lechones nacidos muertos.
El semen es tóxico para los cultivos de células, por lo que las técnicas de PCR han sido muy útiles para hallar virus PRRS en el semen.
Estos ensayos aún no son normalizables, ya que aún no se han realizado estudios controlados para evaluar el rendimiento del diagnóstico de análisis de PRRS por PCR.
En cualquier caso la conclusión es que una prueba PCR de PRRS positiva indica la presencia de ADN vírico y no necesariamente la presencia del virus PRRS infeccioso.
Debido a su elevado coste, de momento es mejor utilizarlo para el análisis de semen.