La demanda de carne en Rusia aumenta debido a la disminución de los precios del cerdo y el pollo

La producción de carne en Rusia continúa creciendo de manera constante y las explotaciones a gran escala y las empresas agrícolas corporativas son los principales contribuyentes a este éxito. Según los datos de la agencia EMEAT, el volumen de producción para los principales tipos de carne (porcina, vacuno, aves de corral, cordero y cabra) en Rusia ascendió a 7,05 millones de toneladas en peso canal durante el período comprendido entre enero a noviembre de 2017, lo que significa un aumento del 7,1% o 465.200 toneladas más que para el mismo período de 2016.

Durante los primeros 11 meses de 2017 la carne de cerdo representó el 35,1% del volumen total de la producción industrial de carne, las aves de corral el 58,0%, la carne de vacuno el 6,7%, y la carne de cordero y cabra el 0,2%.

A finales de diciembre de 2017, el precio de la carne de cerdo fue de 138,3 RUB / kg (1,99 euros / kg), un 13,6% menos que en el mismo período del año pasado. Durante diciembre de 2017, el precio aumentó un 2,2%.

Los precios de la canal de pollo disminuyeron un 13,9% durante el año (desde finales de diciembre de 2016 hasta finales de diciembre de 2017) y ascendieron a 95,9 RUB / kg (1,38 euros / kg) a finales de diciembre de 2017. Sin embargo, el precio aumentó en 0,5 % durante diciembre de 2017.

Por lo tanto, a pesar del aumento de precios previo a las vacaciones de diciembre, en general los precios del cerdo y el pollo disminuyeron en 2017. En una situación en que el mercado estaba inundado de carne de cerdo y pollo, la competencia entre los productores estaba en aumento (los productores constantemente tenían que recurrir a diferentes tipos de ofertas especiales para aumentar la demanda de sus productos), los precios estaban bajando. Como resultado, la demanda de carne ha aumentado entre los clientes que ya están acostumbrados a vivir en condiciones de crisis económica y que han aprendido a gastar el dinero razonablemente. Sin embargo, EMEAT cree que esta tendencia es temporal, y si los precios aumentan nuevamente, la demanda de carne disminuirá.