Estrategias de alimentación en cerdas primíparas sobre la condición corporal y el rendimiento en la primera lactancia

Para una producción porcina eficiente, se requieren cerdas con mayor longevidad y capacidad para producir una gran cantidad de lechones con un alto peso al destete. Además, en la producción intensiva, es común observar altos porcentajes de eliminación, generalmente debidos a un rendimiento reducido en la lactancia, problemas reproductivos tras el destete y debilidad en las extremidades. Una gran proporción de las cerdas sacrificadas son de primer y segundo parto, lo que es económicamente desfavorable. Por lo tanto, la condición corporal de las primíparas es importante en relación al rendimiento de la cerda y la longevidad. Se han sugerido diferentes estrategias de alimentación para promover la condición corporal óptima de las primíparas en la primera cubrición. El objetivo del presente estudio fue evaluar el efecto de dos estrategias de alimentación diferentes durante la cría sobre la condición corporal y el rendimiento en la primera lactancia. Para ese fin, 270 cerdas primíparas comerciales Landrace Danés x Yorkshire Danés fueron alimentadas con dos niveles de alimentación diferentes (restrictivo/semi ad libitum) durante la cría en un sistema de alojamiento en grupo. Se registraron el tamaño y el peso de la camada, la producción y composición de la leche, la ingesta de alimento para lactancia y la movilización corporal, y el porcentaje de sacrificios después del destete.

Las estrategias de alimentación durante la cría generaron una gran variación en la condición corporal dentro del grupo alimentado de forma restrictiva y semi ad libitum. Sin embargo, las primerizas alimentadas semi ad libitum mostraron un mayor espesor de grasa dorsal en la primera cubrición en comparación con las primerizas alimentadas restrictivamente. Además, no hubo efecto de la estrategia de alimentación durante la lactación sobre el rendimiento general y el porcentaje de eliminación después del destete. Las primerizas alimentadas de forma restrictiva produjeron camadas con un PC más alto que las primerizas alimentadas semi ad libitum (21,2 kg vs. 18,6 kg), mientras que las primerizas alimentadas semi ad libitum mostraron un mayor porcentaje de proteína en la leche en los días 14 (4,8%) y 21 (4,6 %) de lactancia en comparación con las primerizas alimentadas restrictivamente (4,1 y 4,2%).

En conclusión, los diferentes niveles de alimentación durante la lactación mostraron una gran variación en la condición corporal dentro de cada grupo, aunque las primerizas alimentadas semi ad libitum presentaron eran más grasas a la primera cubrición. Sin embargo, el mayor espesor de grasa dorsal de las cerdas alimentadas semi ad libitum no afectó al rendimiento general y el porcentaje de eliminaciones.