Harina de mosca Hermetia illucens L. como fuente de proteína para lechones destetados

Spranghers, T., Michiels, J., Vrancx, J., Ovyn, A., Eeckhout, M., De Clercq, P., and De Smet, S. (2018). Gut antimicrobial effects and nutritional value of black soldier fly (Hermetia illucens L.) prepupae for weaned piglets. Animal Feed Science and Technology, 235, 33-42. https://doi.org/10.1016/j.anifeedsci.2017.08.012

12-abr-2018 (hace 6 años 8 meses 6 días)

La producción industrial de insectos para alimentar al ganado puede ser un ingrediente proteico más sostenible y con menor ocupación de tierras rentable en un futuro. Además, se pueden criar a base de desechos orgánicos, reduciendo así la potencial carga ambiental de los desechos. Las prepupas de la mosca soldado negra (BSF), que contienen proteína de alto valor, pueden incorporarse potencialmente en la alimentación de animales monogástricos. Las pupas de BSF también son ricas en grasas y un 60% de su composición es ácido láurico (C12: 0), conocido por sus efectos antimicrobianos sobre las bacterias Gram-positivas. Se realizaron dos estudios, uno in vitro y otro in vivo. En primer lugar se evaluaron in vitro los efectos de la grasa de las BSF sobre la microbiota intestinal, simulando la digestión de los lechones en el intestino delgado superior. Se añadieron diferentes niveles de grasa de BSF (0,12, 0,29, 0,58, and 0,87 g C12:0/100 ml) a un medio de incubación que contenía: dieta sintética, tampón fosfato (pH 5) y un inóculo microbiano de un lechón donante. Se incubó a 37 °C durante 4 h. Se realizó un recuento de coliformes, D-estreptococos, lactobacilos y bacterias anaerobias totales al final de las incubaciones. En un segundo experimento, lechones destetados (6,18 ± 0,56 kg de peso corporal, 21 días de edad) fueron asignados a 4 tratamientos dietéticos (7 repeticiones y 2 lechones/corral) durante 15 días. Las dietas incluían un 4% o 8% de prepupas BSF con grasa, un 5,4% de prepupas BSF desgrasadas o una dieta control (con soja como fuente de proteína y grasa). Se investigó la microbiota intestinal, los parámetros relacionados con la salud intestinal, el rendimiento y la digestibilidad de la dieta.

En el experimento in vitro, los 0,58 g C12: 0/100 ml de grasa prepupal suprimieron el crecimiento de lactobacilos, aunque los efectos antibacterianos más importantes fueron contra los D-estreptococos. A un nivel de inclusión más alto (equivalente a 0,87 g de C12: 0/100 ml), se observaron reducciones de alrededor de 2 log para los D-streptococos. In vivo, se observaron reducciones de solo 0,5 log para los D-streptococos en el intestino de los lechones alimentados con dietas que contenían BSF. No se observaron diferencias en la ganancia diaria, ingesta de alimento e índice de conversión entre los tratamientos. De manera similar, la digestibilidad fecal aparente de la dieta control no difirió significativamente de la obtenida para dietas que contenían insectos (digestibilidad de la proteína entre 77 y 78%). Por contra, la digestibilidad ileal de la proteína para la dieta BSF con un 8% de grasa total (67,4%) fue menor que la del control (69,7%), mientras que los valores para la dieta con un 4% de grasa y para la dieta desgrasada fueron mayores (73,3 %).

En conclusión, el estudio muestra como es posible remplazar una cantidad sustancial de productos a base de soja por BSF sin efectos adversos sobre el rendimiento. No obstante, investigaciones futuras deberían centrarse aún más en explorar el valor agregado de las prepupas completas de BSF en comparación con las fuentes de proteínas convencionales. Además, debe abordarse la optimización de los sistemas de cría de insectos dado el precio actual de las prepupas de BSF, que es sustancialmente mayor que el de la soja.