Woon SY, Barton MD, Vanniasinkam T. Effect of plasma transfer on survival rates of low-birth-weight neonatal piglets. J Swine Health Prod. 2014;22(4):197–200.
29-abr-2015 (hace 9 años 6 meses 26 días)El presente estudio se realizó para determinar si la transferencia de plasma podría ser utilizada de manera efectiva en granjas comerciales como estrategia para mejorar la salud general de lechones con peso bajo al nacimiento (BPN) y reducir la mortalidad.
Un total de 612 lechones (peso corporal entre 0,8 y 1,3 kg) de 212 madres (Large White × Landrace) se asignaron aleatoriamente, en igual número, a un grupo control y dos grupos de tratamiento. El día 0 corresponde al día de nacimiento y el día 1 al primer día de tratamiento. Los lechones de los grupos de tratamiento recibieron dos dosis de plasma (10 ml en dos veces, los días 1 y 3) o una dosis de plasma (10 ml en una vez, el día 1) mediante inyecciones intramusculares en cuatro puntos del cuello y patas traseras, es decir, 2,5 ml por inyección. En los días 1 y 3, los lechones control recibieron las mismas inyecciones intramusculares que los cerdos tratamiento pero con 10 ml de solución de Hartmann (también conocida como lactato de sodio compuesto y similar a la solución de Ringer lactato). Se examinó físicamente a los lechones para evaluar su estado y se pesaron los días 7, 14, y 21. Los días 0, 2 y 6 se recogieron muestras de sangre de los lechones y se realizaron pruebas ELISA para la detección de IgG porcina en suero.
La adopción es una práctica habitual en las granjas de cerdos australianas para ayudar a manejar camadas de gran tamaño; por lo tanto, durante el estudio se llevó a cabo la adopción de acuerdo con la práctica habitual en la granja. Durante el estudio, un total de 68 cerdas adoptaron lechones. No todos los lechones asignados a estas cerdas formaron parte del estudio. Los lechones fueron sometidos a la adopción entre las 6 a 24 horas después del nacimiento.
El plasma administrado en este estudio, obtenido de cerdas donantes Large White x Landrace de la misma explotación, cuando se procesa, tiene una pérdida estimada del 30% de inmunoglobulinas totales. El día 2 la concentración de IgG en el suero de los lechones estaba entre 17,1 y 21,6 mg por ml y fue disminuyendo lentamente llegando el día 6 a los 14,1-18,4 mg por ml, tanto en los grupos de tratamiento como en el grupo control. Las concentraciones de IgG en suero no difirieron significativamente entre los dos grupos de tratamiento y el grupo control. Del mismo modo, no hubo diferencia estadísticamente significativa en la ganancia de peso entre los dos grupos de tratamiento y el grupo control (GMD: 163,5 g en el grupo que recibió una dosis de plasma, 164,0 g en el grupo que recibió dos dosis de plasma, y 163,9 g en el grupo de control).
La madre influyó en las concentraciones de IgG en el suero del lechón en todos los momentos de muestreo. Los lechones procedentes de siete madres tenían concentraciones significativamente más altas de IgG que los demás (P<0,05). La mayor mortalidad en lechones se observó en aquellos que recibieron dos dosis de plasma, con la mayoría de muertes durante los días 0, 1, y 2. El día 21, el 32,5% de los lechones que recibieron dos dosis de plasma, el 26,6% de los que recibieron una dosis de plasma y el 26,5% del grupo control habían muerto.
Los resultados de este estudio mostraron que la administración de plasma porcino no afectó de manera significativa a la ganancia de peso de los lechones con BPN o a su supervivencia. Los lechones que eran más pesados al nacimiento eran más robustos y mostraron mejor crecimiento que los lechones con BPN. La madre fue un factor importante en la determinación de las concentraciones de IgG en el suero de los lechones. Como la IgG es la inmunoglobulina predominante en el calostro, la cantidad de IgG ingerida por los lechones depende de la cantidad o calidad del calostro obtenido a partir de la madre dentro de las 24 horas post-parto, importante para proporcionar inmunidad frente a infecciones comunes.