Rendimiento y morfología intestinal en lechones alimentados con leche artificial

De Vos, M., Huygelena, V., Willemena, S., Fransen, E., Casteleyn, C., Van Cruchten, S., Michiels, J., Van Ginneken, C. (2014) Artificial rearing of piglets: Effects on small intestinal morphology and digestion capacity. Livestock Science 159; 165–173.

13-mar-2014 (hace 10 años 8 meses 9 días)

El resultado de tener cerdas hiperprolíficas en la granja es un alto número de lechones por camada, incluso más alto que el número de tetas disponibles. Estas camadas se caracterizan por la alta variación de peso dentro de la camada al nacer y en consecuencia una mayor mortalidad y unas tasas de crecimiento más bajas para los lechones con tamaño insuficiente. Además, la producción de leche es insuficiente para lograr el potencial de crecimiento máximo de estas camadas más grandes. Los efectos de la lactancia artificial sobre el crecimiento, la morfología del intestino delgado y la capacidad de digestión siguen sin estar claros. El objetivo de este estudio fue investigar el crecimiento y las características estructurales y funcionales del intestino delgado en lechones con lactación artificial y lechones lactantes de diferentes categorías de peso (bajo peso al nacer (BPN) en comparación con de peso normal al nacimiento (PNN)) y en varios puntos del tiempo (d 10 y d 28). Un total de 20 parejas de lechones PNN (1,48 ± 0,11kg) y BPN (0,87 ± 0,04 kg al nacer) fueron seleccionados de 10 camadas. Todos los lechones (n= 40) fueron asignados a 4 grupos de tratamiento. Los grupos 1 y 2 contenían lechones que mamaron hasta los 10 (n= 10) o 28 días de edad (n= 10), respectivamente. Los grupos 3 y 4 contenían animales que fueron separados de la cerda a los 3 días de edad y posteriormente criados artificialmente utilizando una fórmula de leche comercial hasta el día 10 (n= 10) o 28 (n= 10). La lactancia artificial se inició 3 días después del nacimiento para permitir que los lechones ingirieran suficiente cantidad de calostro.

Los lechones PNN tuvieron mayor ganancia diaria de peso (GMD) en comparación con los lechones BPN (P<0,01). Durante los días 3-10, los lechones con lactación artificial mostraron una reducción de la GMD y las actividades de la lactasa en comparación con los lechones lactantes (P<0,01). En cambio, los animales que fueron alimentados con lactancia artificial hasta el día 28 tenían una GMD comparable con los lechones alimentados por la cerda. Además, los lechones alimentados con lactancia artificial tuvieron una mayor área de absorción (P<0,01), mayor actividad de la maltasa y sacarasa (P<0,05) y una mayor profundidad de las criptas (P<0,03) en comparación con los lechones lactantes. En general, las diferencias entre los lechones BPN y PNN fueron pocas.

En conclusión, la lactación artificial en lechones a partir de los 3 días de edad resultó en síntomas menores de trastornos gastrointestinales durante la primera semana de tratamiento. La lactancia artificial a largo plazo dio lugar a rendimientos similares y mejoró el crecimiento y maduración intestinal. Los lechones con lactación artificial se benefician de la disponibilidad ad libitum de la leche formulada por un incremento de la capacidad de absorción intestinal. Debido a este último, aumenta la actividad de la sacarasa y la maltasa. Es posible que estos lechones tengan la capacidad de adaptarse mejor al posterior cambio hacia la alimentación sólida.