La queratinasa afecta los rendimientos y la morfología y ecología intestinales de lechones alimentados con distintos niveles de proteína

A pesar de que la mayoría de proteínas presentes en la harina de soja son fácilmente digeridas, algunas de ellas, tales como la glicinina y la β-conglicinina, son difíciles de digerir especialmente para los lechones recién destetados. Estudios anteriores han mostrado que estas proteínas pueden perjudicar la morfología intestinal y debilitar la función inmune en los lechones recién destetados. La queratinasa es una proteasa de amplio espectro que hidroliza varios sustratos proteicos, incluyendo los puentes disulfuro de los residuos de cisteína, por lo que es razonable hipotetizar que suplementar la ración con queratinasa puede mejorar la utilización de los aminoácidos y, por consiguiente, los rendimientos de los lechones destetados. Por lo tanto, se llevaron a cabo dos experimentos para investigar la capacidad in vitro de la queratinasa para hidrolizar la glicinina y la β-conglicinina de la soja y para evaluar los efectos in vivo de la queratinasa cuando se incluye en raciones a base de maíz y soja con distintos niveles de proteína bruta destinadas a la alimentación de lechones. En el experimento 1, una solución saturada de queratinasa (1 ml) se añadió a dos controles blancos tanto de glicinina como de β-conglicinina dando lugar a una hidrólisis del 94,74% para la glicinina y del 88,89% para la β-conglicinina. En el experimento 2, 190 cerdos (8,3 ± 0,63 kg BW) fueron asignados a uno de los cuatro tratamientos, resultado de un diseño factorial de 2 x 2. Se estudiaron los efectos del nivel de proteína bruta (19 vs. 22%) y de la adición de queratinasa (0 vs. 0,05%) en la ración. Los lechones recibieron las raciones experimentales durante 21 días.

Mientras que la ganancia media diaria y el índice de transformación mejoraron (P < 0,05) con la adición de queratinasa, el consumo medio diario se vio reducido (P < 0,05). La suplementación con queratinasa aumentó (P < 0,05) la digestibilidad aparente total de la materia seca, de la energía, de la proteína bruta y del fósforo. La adición de queratinasa a la ración también aumentó (P < 0,05) la concentración de ácido n-butírico en el ciego y el colon, los recuentos de lactobacilos y de bacterias anaeróbicas totales en el colon, así también como el cociente entre la altura de las vellosidades y la profundidad de las criptas en el íleon. Además, la consistencia fecal, la concentración de nitrógeno amoniacal y de ácidos grasos volátiles de cadena ramificada en el colon, los recuentos de E. coli y de bacteria aeróbicas totales en el colon, la profundidad de las criptas en el yeyuno y en el íleon, así también como las concentraciones séricas de interleucina-1 y interleucina-6 también se vieron disminuidas (P < 0,05) por la adición de queratinasa. La reducción del contenido en proteína bruta de la ración provocó una disminución (P < 0,05) de la concentración de nitrógeno amoniacal en el colon y de la concentración de ácido propiónico y de ácidos grasos volátiles de cadena ramificada en el ciego. Además, los recuentos cecales de E. coli, los recuentos colónicos de bacterias anaeróbicas totales, la profundidad de las criptas a nivel ileal y las concentraciones séricas de interleucina-1 y interleucina-6 se vieron disminuidos (P < 0,05) con la reducción del contenido en proteína bruta de la ración. A excepción de las consistencias fecales, no hubo interacciones significativas entre el contenido en proteína bruta y la presencia de queratinasa en las raciones.

Este estudio aporta evidencias de que la adición de queratinasa en las raciones puede mejorar los rendimientos de los lechones mediante la mejora de la morfología y la ecología intestinal, lo que a su vez aumenta la digestibilidad de los nutrientes y alivia la respuesta inflamatoria.