Presencia de PCV2 en animales sanos en el momento del sacrificio
M.Rütten, R. Stephan, A. Pospischil, T. Sydler. Porcine circovirus type 2 infections in healthy pigs at slaughter. Proceedings of the 24th ESVP Meeting. 2006.
24-sep-2007 (hace 17 años 2 meses 4 días)Investigadores de la Universidad de Zürich estudiaron la presencia de riñones con manchas blanquecinas en cerdos comerciales sacrificados en matadero para determinar la extensión del circovirus porcino tipo 2 (PCV2) en la población de cerdos sin muestras aparentes de síndrome de desmedro (PMWS). Se analizaron un total de 86 riñones de cerdos aparentemente sanos durante la inspección previa al sacrificio pero que fueron decomisados durante el sacrificio por anormalidades.
Un 10% de los riñones mostraron presencia de nefritis embólica aguda mientras que el 90% restante presentaban una coloración blanquecina diseminada mal demarcada similar a los riñones con manchas blanquecinas de los rumiantes. El examen histológico mostró nefritis linfo-histocítica crónica multifocalmente intersticial, peritubular, periglomerular y perivascular con algunas células plasmáticas y en algunos casos con formación primaria de folículos linfáticos. En un 38% de los riñones con presencia de manchas blanquecinas la inmunohistoquímica detectó la presencia del antígeno de PCV2, principalmente en las células epiteliales tubulares y de vez en cuando en histiocitos y macrófagos, si bien la señal positiva de la inmunohistoquímica fue en la mayoría de casos baja, salvo en dos de los casos con nefritis linfo-histocítica intersticial severa y con presencia de numerosas células gigantes multinucleadas donde la señal positiva fue muy fuerte.
Los resultados muestran por un lado que animales con más edad de la edad típica en la que se presenta la enfermedad pueden portar PCV2 sin signos clínicos de la enfermedad y, por otro, que un porcentaje significativo de riñones con presencia de manchas blanquecinas parece estar asociada a infecciones por PCV2.
Un 10% de los riñones mostraron presencia de nefritis embólica aguda mientras que el 90% restante presentaban una coloración blanquecina diseminada mal demarcada similar a los riñones con manchas blanquecinas de los rumiantes. El examen histológico mostró nefritis linfo-histocítica crónica multifocalmente intersticial, peritubular, periglomerular y perivascular con algunas células plasmáticas y en algunos casos con formación primaria de folículos linfáticos. En un 38% de los riñones con presencia de manchas blanquecinas la inmunohistoquímica detectó la presencia del antígeno de PCV2, principalmente en las células epiteliales tubulares y de vez en cuando en histiocitos y macrófagos, si bien la señal positiva de la inmunohistoquímica fue en la mayoría de casos baja, salvo en dos de los casos con nefritis linfo-histocítica intersticial severa y con presencia de numerosas células gigantes multinucleadas donde la señal positiva fue muy fuerte.
Los resultados muestran por un lado que animales con más edad de la edad típica en la que se presenta la enfermedad pueden portar PCV2 sin signos clínicos de la enfermedad y, por otro, que un porcentaje significativo de riñones con presencia de manchas blanquecinas parece estar asociada a infecciones por PCV2.