La producción de cerdos sobre camas

http://www.inra.fr/Internet/Directions/DIC/PRESSE/juin01/nb2.html

10-sep-2001 (hace 22 años 11 meses 19 días)
Diferentes trabajos llevados a cabo por el INRA desde 1996 a 1999 concluyen que la polución del agua y el aire debidos a la cría de cerdos puede reducirse significativamente si se adopta el manejo con camas.

El paso de la cría utilizando slats a la cría con camas no reduce el rendimiento económico de las explotaciones. Sin embargo, es necesaria una adaptación de los edificios que tenga en cuenta la humedad y la calor desprendidas por las camas.

El suelo de slat es el más utilizado en producción porcina, en este caso, las deyecciones de los animales pasan a través del slat y quedan almacenadas bajo forma de purines. En el caso de las camas (aserrín o paja), las deyecciones se mezclan con la cama y forman estiércol de forma que la descomposición empieza dentro de la nave. Este estiércol evolucionará para formar compost.

La utilización de la cama presenta varias ventajas medioambientales. Los experimentos efectuados muestran la importancia de la vuelta del nitrógeno a la atmósfera en forma de gas N2. En consecuencia, existe menos nitrógeno en el estiércol y esto se considera positivo de cara a limitar la polución de las aguas por nitratos. Además, bajo las condiciones de este estudio, las emisiones de amoníaco (NH3), gas implicado en la lluvia ácida, fueron inferiores a las de las naves que utilizan slats convencionales. Las emisiones directas de protóxido de nitrógeno (N2O), gas implicado en el efecto invernadero, pueden reducirse notablemente por simple reducción de la frecuencia de la mezcla de la cama.

Bajo condiciones idénticas de alimentación y ambiente, la producción animal en camas no muestra ninguna disminución del crecimiento, consumo, calidad de la canal, comportamiento de los animales entre otros en comparación con la cría con slats. Las camas, además, se muestran interesantes en temas de bienestar y de reducción de olores.

Los diferentes tipos de camas producen calor y vapor. Los investigadores han medido este fenómeno y han concluido que el aislamiento y la ventilación de las naves debe adaptarse en función de la densidad de animales y el clima. Igualmente han constatado que la mezcla frecuente en período frío, preconizada en Europa desde hace varios años para controlar la humedad de las camas es un error. En efecto, la mezcla frecuente de las camas aumenta la humedad del aire y esto debe evitarse por razones sanitarias.