ARQUIMEA lanza al mercado latinoamericano AQUAPURE LAB

ARQUIMEA 2024.

11-jun-2024 (hace 1 meses 11 días)

El agua resultante producida cumple con los estándares de la American Society for Testing and Materials (ASTM),una institución reconocida internacionalmente dedicada al establecimiento de valores guía para la calidad del agua.

A partir de agua potable de la red pública, AQUAPURE LAB es capaz de producir hasta 32 litros de agua tipo II por hora. Esto permite un mayor grado de independencia de los centros frente a proveedores o recursos externos como el agua embotellada.

Además, dispone de un almacenamiento opcional de acero inoxidable con capacidad para albergar hasta 200 litros y sistema de esterilización por rayos UV, por lo que siempre dispone de agua purificada de máxima calidad y microbiológicamente segura en el propio lugar donde se va a utilizar, evitando riegos de roturas de stock.

AQUAPURE LAB contribuye así a la bioseguridad, tanto del entorno de preparación de dosis seminales como de las propias dosis. Al no introducir agentes externos al laboratorio cada vez sea necesario el consumo de agua, los centros permiten mantener libre de contagios y contaminación los entornos de trabajo, priorizando la calidad del agua producida.

La autoproducción de agua pura implica también un gran ahorro de costos por litro, lo cual es especialmente importante para centros que tienen una gran demanda de agua. Además, el almacenamiento de agua embotellada implica espacio y dinero. AQUAPURE LAB ahorra ambos, evitando procesos logísticos y sistemas de inventario.

Gracias a un sistema de filtrado de carbono activo, ósmosis inversa y resina, AQUAPURE LAB consigue agua destilada de máxima calidad por medio de cuatro etapas de purificación: pretratamiento, hiperfiltración del agua por ósmosis inversa, desionización y desinfección mediante radiación ultravioleta a 254 nm. En esta última etapa, el equipo cuenta con una lámpara de esterilización por radiación ultravioleta que destruye todo tipo de virus y bacterias, lo que supone una garantía para su utilización durante la producción de dosis seminales, preparación de medios de cultivo o limpieza de material de laboratorio.

Además, dispone de cinco sensores y diferentes sistemas de alarma que permiten una monitorización constante de la calidad del agua tipo II producida, midiendo su conductividad en μS con una sensibilidad de ± 0,1 μS/cm.

Aunque el equipo viene calibrado de fábrica con un patrón trazable a estándares internacionales de conductividad, puede ser recalibrado tantas veces como lo precise el Protocolo de Calidad del usuario.

Con este lanzamiento, ARQUIMEA refuerza su compromiso por mejorar la fiabilidad y eficiencia del proceso, además de contribuir a la gestión sostenible del agua y de los recursos para la preservación del medio natural.