19 de diciembre de 2023 | Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca | Uruguay. https://www.gub.uy/
22-dic-2023 (hace 11 meses)En la exposición se indicó que entre 2020 y 2023 el país sufrió una sequía sin precedentes históricos, que provocó pérdidas y daños en todos los subsectores agropecuarios. En particular, durante 2022-2023 el sector agropecuario registró impactos significativos a nivel de la producción y de las exportaciones. Según OPYPA, el valor estimado de los impactos brutos directos de la sequía 2022-2023 sobre las actividades agropecuarias totaliza USD 1883 millones.
Este fenómeno quedará recogido principalmente en las estadísticas de los años 2022 y 2023. En 2022, el PIB agropecuario registró una caída de 2,9 %. Para 2023, OPYPA y BCU proyectan una expansión del valor agregado agropecuario de 5,4 %, debido a la buena zafra proyectada para los cultivos de invierno 2023/24, la mayor actividad silvícola -traccionada por la expansión de la industria de celulosa- y la recuperación de los cultivos de verano en 2023/24 respecto a la zafra anterior. En 2024, el PIB sectorial crecería 8,4 % por el mejor desempeño esperado para los cultivos de verano 2023/24, la expansión de la actividad silvícola y la mayor extracción de ganado para faena.
En lo que refiere al desempeño exportador, las ventas externas de bienes del país rondarían los USD 11 200 millones al cierre de 2023, lo que representa un descenso en valor de 17 % en comparación con 2022. Dicha caída se explica principalmente por el menor valor exportado de bienes agroindustriales, debido a los significativos impactos que el déficit hídrico 2022/23 tuvo sobre la producción y al descenso de algunos precios de exportación relevantes para el país, a excepción del arroz.
De este modo, se espera que las exportaciones agroindustriales se ubiquen en torno a USD 8200 millones al cierre de 2023, lo que significa una caída de 28 % en valor respecto al récord registrado en 2022. Para 2024 se espera un repunte de las exportaciones agroindustriales medidas en valor. Se destaca un significativo incremento de las ventas de celulosa, lo que hará que ésta se convierta en el principal producto exportado del país.
Todo lo anterior ocurre en un contexto donde la actividad económica global no termina de afianzar su recuperación y se ubica aún por debajo de los niveles observados previo a la pandemia de COVID-19. Aunque las presiones inflacionarias cedieron a escala mundial en 2023, en parte por el descenso de los precios de alimentos y materias primas, las expectativas de ocurrencia de shocks climáticos y geopolíticos generan incertidumbre y sugieren la posibilidad de que se mantengan las políticas monetarias contractivas, lo que podría continuar frenando la recuperación económica. Se espera que los precios de productos básicos desciendan gradualmente en 2024 y se estabilicen durante 2025.