Buzek, A., Zaworska-Zakrzewska, A., Muzolf-Panek, M., Łodyga, D., Lisiak, D., & Kasprowicz-Potocka, M. (2023). Phytase Supplementation of Growing-Finishing Pig Diets with Extruded Soya Seeds and Rapeseed Meal Improves Bone Mineralization and Carcass and Meat Quality. Life, 13(6), 1275. https://doi.org/10.3390/life13061275
14-sep-2023 (hace 1 años 3 meses 8 días)Los costos de alimentación juegan un papel vital a la hora de determinar la rentabilidad de la producción porcina. Actualmente, la soya se utiliza como fuente de proteína en la alimentación animal en todo el mundo, pero la mayoría de los granos de soya son organismos modificados genéticamente (OMG). Debido a la creciente aversión a los OMG en la UE y a la necesidad de garantizar un suministro estable de materias primas para alimentos, es necesario explorar otras alternativas locales con niveles altos de proteínas. En Europa, la canola y la soya no modificada genéticamente son dos importantes semillas oleaginosas que pueden servir como posibles sustitutos. Estas plantas son ricas en aminoácidos esenciales, que se complementan entre sí. A pesar de su valor nutritivo, no se suelen utilizar en su forma natural en la dieta para animales porque contienen altos niveles de factores antinutricionales. Para mejorar el valor nutritivo de estos componentes, se pueden emplear diversos tratamientos de enriquecimiento, como la extrusión, el tostado o la extracción, junto con el uso de determinados aditivos enzimáticos. La fitasa es una enzima que puede aumentar el valor energético del alimento y mejorar la digestibilidad de la proteína, los azúcares y la grasa. El objetivo de este estudio fue determinar cómo diferentes dosis de fitasa en dietas con granos de soya extrusionados y harina de canola afectaban al rendimiento del crecimiento, la calidad de la carne, la mineralización ósea y el perfil de ácidos grasos de los cerdos de engorde. Para ello, sesenta cerdos se distribuyeron en tres tratamientos según el sexo y peso. Los cerdos se dividieron en periodos de inicio (25 días), crecimiento (36 días) y acabado (33 días) y se alimentaron con dietas trituradas. En la dieta del grupo control no se utilizó fitasa, mientras que en Phy1 y Phy2 se emplearon 100 g y 400 g de fitasa por tonelada de alimento, respectivamente.
Como resultado, el índice de conversión y el color de la carne se correlacionaron significativamente con la fitasa. La suplementación con fitasa no tuvo ningún efecto sobre el crecimiento de los cerdos, pero el fósforo total aumentó significativamente en los huesos y la carne de los cerdos. El aditivo enzimático redujo el contenido de ácidos C22:4 n-6 en la carne, mientras que otros resultados no se vieron afectados significativamente.
Los datos sugieren que la adición de fitasa en una dosis de 100 g/tonelada en dietas con granos de soya extrusionado y harina de canola puede ser valiosa, ya que reduce el índice de conversión y aumenta el contenido de fósforo en la carne y los huesos.