Camp Montoro J, Pessoa J, Solà-Oriol D, Muns R, Gasa J, Manzanilla EG. Effect of Phase Feeding, Space Allowance and Mixing on Productive Performance of Grower-Finisher Pigs. Animals. 2022; 12(3):390. https://doi.org/10.3390/ani12030390
Efecto de la alimentación en fases, el espacio disponible y la mezcla de animales en el rendimiento productivo de los cerdos de engorde.
El trabajo intenta evaluar el efecto de tres factores de producción y manejo sobre los parámetros productivos y de canal de cerdos de cebo entre las 11 y las 21 semanas de vida. En concreto se estudia:
Se han realizado tres experimentos:
El experimento 3 en esencia es la repetición de la segunda comparación (densidades y alimentos) utilizando camadas mezcladas.
Los resultados señalan el mezclado de camadas como el factor de mayor impacto. Los cerdos que habían sido mezclados comieron y crecieron significativamente menos y la diferencia de peso con los animales no mezclados superó los 5 kg a las 21 semanas de vida. En todo caso, al utilizar grupos pequeños (entre 10 y 13 cerdos), los resultados no son generalizables a grupos grandes. La distinta densidad de animales o espacio disponible por cerdo afectó poco los resultados productivos, en parte debido a que el espacio ensayado (0,96 o 0,78 m2/cedo) supera ampliamente el mínimo permitido por la UE (0,65) y que el peso medio al beneficio no superó los 110 kg. Sin embargo, con densidades más altas o espacios más reducidos, comunes actualmente como consecuencia de la hiperprolificidad, los resultados podrían ser diferentes. De hecho, en un comentario precedente (febrero 2019) se establecía un espació óptimo de 0,76 m2/cerdo para engordar cerdos hasta 105 kg en condiciones termoneutras.
Administrar uno o dos alimentos durante las diez semanas de ensayo tan solo ha modificado los rendimientos productivos cuando los cerdos no fueron mezclados. El alimento único mejoró significativamente el peso de beneficio (aproximadamente entre 2 y 4 kg), el crecimiento y el índice de conversión (experimentos 1 y 2). Estas diferencias desaparecieron en los cerdos mezclados (experimento 3). Con todo, supuestamente, el programa de dos alimentos redujo la excreción de nitrógeno que no ha sido medida.
Finalmente, ninguno de los factores a estudio afectó significativamente el porcentaje de magro, el espesor de grasa dorsal o el contenido en músculo de las canales.
Este trabajo muestra las dificultades experimentales y de diseño que supone trabajar con factores de producción o manejo interrelacionados, y la precaución necesaria que hay que tener para generalizar y/o extrapolar los resultados a condiciones de producción diferentes.
Los veterinarios somos especialistas en Bienestar Animal. La parte más importante de nuestro trabajo es que las personas que trabajan con animales también lo sean. De los diferentes factores que afectan a la productividad, el manejo, las acciones realizadas por el porcicultor, tiene una incidencia muy importante.
Por ello, son muy de agradecer los trabajos de investigación como este, que relacionan las condiciones de bienestar animal con índices productivos y de calidad de la canal.
Estos trabajos nos permiten saber más del Bienestar Animal Real, que debe ser la base para forjar el Bienestar Animal Legal. Asociar bienestar con datos productivos me parece un paso adelante muy importante. Una forma de medir el bienestar es la productividad.
Como queda demostrado con el Bienestar Animal Legal, al hablar de Bienestar, se generan muchos prejuicios, entendido como tener una serie de opiniones preconcebidas, que luego la realidad de los datos se encarga de poner en su sitio.
En general nos gusta ver los animales igualados, pero esto obliga a la mezcla. Para mantener los grupos igualados hay que triar y remezclar al menos un par de veces, en el momento de destetar y en el momento de pasar al cebo.
Los resultados del estudio no avalan esta opinión preconcebida. La mezcla es uno de los principales enemigos del Bienestar Animal. Tener que ir restableciendo la jerarquía no es una buena opción.
Todos hemos tenido experiencias muy gratas de lo que supone para los cerdos en la fase de crecimiento darles más espacio. Al descabezar una granja, al trasladar los animales más grandes hacia una siguiente fase, los animales que quedan rinden mejor, al disponer de más recursos.
De nuevo aquí los resultados del estudio no terminan de avalar la opinión preconcebida.
También es verdad que harían falta muchos más estudios para poder afirmar esto de forma categórica. El resultado dependerá mucho de diferentes factores, como en qué momento se realizó el estudio. Por lo que respecta a la densidad no es lo mismo invierno que verano. Las necesidades de espacio en verano son mayores mientras que en invierno es más fácil aceptar el roce y el contacto.
En situaciones donde haya una estacionalidad muy marcada los resultados de un estudio como este estarán muy condicionados por la época del año en que se realicen.
Me quedo con las ganas de que alguien destape la caja de los truenos y haga algún trabajo de investigación sobre el tamaño del grupo. En un grupo grande el espacio se aprovecha mucho mejor, es más fácil conseguir unas buenas condiciones de bienestar ambiental y alimento que los inconvenientes propios de la jerarquización y el mezclado se minimizan, sobre todo si se trabaja con un grupo que ya estaba socializado en la maternidad desde la primera semana de vida.
Por lo que respecta a la variable alimentación por fases tendré que guardarme mi opinión para algún comentario futuro, pero sin duda alguna el número de fórmulas que van a intervenir, el rango de pesos, la estacionalidad… también tendrán su importancia.
Resumen del artículo comentado Camp Montoro J, Pessoa J, Solà-Oriol D, Muns R, Gasa J, Manzanilla EG. Effect of Phase Feeding, Space Allowance and Mixing on Productive Performance of Grower-Finisher Pigs. Animals. 2022; 12(3):390. https://doi.org/10.3390/ani12030390 Métodos: Este estudio investiga los efectos del espacio disponible, la mezcla de animales y la alimentación por fases sobre el rendimiento de cerdos de engorde. Se realizaron tres ensayos. En el ensayo 1 y 2, 345 cerdos/ensayo pasaron a la fase de cebo a las 11 semanas de edad y fueron asignados a los dos espacios disponibles: 0,96 m2/cerdo (n = 15 corrales; 10 cerdos/corral) y 0,78 m2/cerdo (n = 15 corrales; 13 cerdos/corral). La mezcla de animales se aplicó a 5 corrales por cada espacio disponible, lo que dio lugar a un diseño factorial 2 × 2 (espacio disponible × mezcla). Para la alimentación por fases, se administraron 2 dietas con 0,95 y 0,82 g de Lisina digestible ileal estandarizada/MJ de energía neta a 5 corrales por cada espacio disponible (en los corrales sin mezcla de animales), lo que condujo a otro diseño factorial 2 × 2 (espacio disponible × alimentación por fases). En el ensayo 3, 230 cerdos pasaron a la fase de cebo a las 11 semanas de edad, se mezclaron y asignaron a 4 tratamientos (espacio disponible × alimentación por fases; n = 5 corrales). Los datos se analizaron utilizando modelos lineales mixtos generalizados. Resultados: El espacio disponible no afectó el rendimiento. Los cerdos no mezclados pesaron 5,40 (ensayo 1) y 5,25 (ensayo 2) kg más que los cerdos mezclados a las 21 semanas de edad. La alimentación por fases redujo el rendimiento de los cerdos en 3,45 (ensayo 1) y 4,05 (ensayo 2) kg a las 21 semanas de edad. Conclusión: Mezclar los animales y reducir la relación Lisina digestible ileal estandarizada: Energía neta de 0,95 a 0,82 g/MJ a las 15-16 semanas de edad tiene un efecto más marcado sobre el rendimiento que reducir el espacio disponible de 0,96 a 0,78 m2/cerdo. |