Javier Lorente Martín 20-mar-2023 (hace 1 años 8 meses 1 días)
En el artículo anterior y siguiendo el orden temporal de los acontecimientos, hablamos de la importancia que tiene el proceso del destete con un único objetivo: reducir el estrés del lechón durante ese proceso.
Ahora ya tenemos al lechón en la sala de precebo, a una densidad recomendable de 0,3m2/lechón, y ya los hemos separado, si correspondía, por sexo y por tamaño.
Nuestro siguiente objetivo es que el lechón se adapte muy rápido a su nueva ubicación, esté confortable y, sobre todo, que empiece a beber y comer cuanto antes, aunque de una forma controlada para evitar problemas digestivos.
Para alcanzar estos objetivos, y volviendo a recordar que el peso del lechón al destete es el factor fundamental, nos centramos en tres aspectos:
1. Limpieza y desinfección: salas preparadas y revisadas
Debemos revisar que los comederos y los bebederos funcionan bien.
La sala debe estar precalentada a 28ºC para la entrada del lechón y las mantas térmicas o focos de calor ya encendidos y funcionando.
La ventilación debe estar revisada y funcionando correctamente.
De forma periódica deberíamos revisar si el aislamiento de la sala es correcto o ha perdido propiedades y tomar las decisiones adecuadas.
2. Confort ambiental
El lechón, al entrar a precebo, debería tener unas condiciones térmicas muy similares a las que tenía en maternidad, para ello es recomendable:
Fijar la temperatura de las mantas o conseguir una temperatura con los focos de 28ºC-30ºC a la altura del lechón e ir disminuyendo 1ºC cada semana.
Observar a los animales para asegurarnos que realmente la temperatura que estamos buscando se cumple.
No debemos buscar la temperatura adecuada limitando la ventilación. Siempre debemos ventilar, aunque sea mínimamente, para mantener un grado de humedad que no supere el 70% y unos niveles de CO2 que no superen las 2000-2500ppm
Intentar minimizar las oscilaciones térmicas.
Hoy en día tenemos sondas que nos permiten controlar todos estos parámetros a tiempo real.
3. Alimentación: agua y alimento
El otro punto fundamental para conseguir una buena y rápida adaptación del lechón a su nuevo hogar es que seamos capaces de que empiece a beber y comer lo antes posible y que lo haga de una manera adecuada:
• Agua: sigue siendo un punto débil en muchas de nuestras granjas, aunque cada vez menos. En el consumo de agua tenemos que abordar dos variables:
Cantidad de agua: los lechones recién destetados deberían beber entre 3 y 5 litros de agua y, para ello, tenemos que considerar:
Caudal disponible
Altura de los bebederos
Número de puntos de agua
La cantidad de agua consumida también depende de lo capaces que seamos de estimular a los lechones a beber y para eso el tipo de bebedero es determinante. Actualmente en las granjas se están colocando ya bebederos de varias bocas con válvula de nivel constante, aunque también hay otros tipos como los bebederos colgantes. Estos últimos, estimulan mucho el arranque rápido de los lechones a beber porque juegan con ellos, pero generan un gran desperdicio de agua porque los animales juegan con ellos, pero generan un gran desperdicio de agua.
El uso de tolvas o platos adicionales solo con agua para que el lechón la tenga fácilmente disponible también puede ser recomendable.
Calidad del agua: disponer de sistemas de tratamiento que nos aseguren una adecuada y constante calidad físico-química y microbiológica del agua es, hoy en día, y más aún en ausencia del óxido de zinc, una medida absolutamente imprescindible. Como recomendación, creo que es importante poder trabajar con pH del agua alrededor de 5.
• Alimento: ahora que los lechones ya están en el destete y para que arranquen a comer lo antes posible, pero de forma controlada, mis recomendaciones serían:
Arrancar en transición con el mismo alimento que ya comían en maternidad. Recordad que el sentido del olfato es el más desarrollado en el cerdo, por lo que añadir durante los primeros dos días algún aromatizante al alimento, o pequeñas cantidades de otro alimento con estas características, puede ayudar a estimular el consumo.
Dar suficiente espacio de comedero por animal:
Tolvas en seco: 5 cm/lechón
Tolvas en seco-húmedo: 2,5 cm/lechón
Para mí no es necesario que todos los lechones tengan una tolva añadida durante los primeros días. Normalmente separamos los lechones en tres grupos: grandes, medianos y pequeños así que una opción sería:
Lechones grandes: Sin tolva extra
Lechones medianos y lechones pequeños: Con tolva extra
Pero, para que la tolva adicional tenga sentido, tiene que:
Estar limpia
Tener alimento fresco → Poca cantidad y varias veces al día
Estar bien ubicada → Que se aproveche todo su espacio
Está demostrado que el alimento visible y a disposición siempre es más atractivo para el lechón que el alimento por el que tiene que pelear.
Lo que no puede ocurrir es que los lechones lleguen a precebo y no haya alimento o no sean capaces de sacar el alimento de la tolva.
Por último, pero no menos importante, es imprescindible regular bien los comederos para que el lechón pueda acceder al alimento, pero sin desperdiciar nada. Además en los lechones grandes, es necesario ser restrictivos para que en las tolvas tengamos al menos el 70% de la superficie vacía y evitemos un consumo excesivo en las primeras horas.
Si tenemos que destetar precozmente, o en destetes de 24-26 días donde tengamos grupos de lechones con menos de 4,5 kilos, es bueno trabajar con sistemas adicionales de leche artificial y/o papillas durante los primeros días tras el destete. El manejo de estos sistemas puede ser complicado así que hablaremos de ellos en futuros artículos.