¿Por qué ponemos el foco en la bioseguridad en el engorde?
Por el costo de la enfermedad (el 62% del total de los costes de PRRSv está en engorde = 362 millones de dólares al año y USD 4,67/cerdo), las patologías de engorde son un riesgo para granjas de cría y la seguridad sanitaria nacional, además de que representan el 92% de los cerdos en EE.UU (66,4 millones del inventario de cerdos son de engorde – junio 2022). Las evidencias de que los cerdos de engorde son un riesgo sanitario para las granjas de cría es que, entre 2021-22, la incidencia de PRRS es del 25% de las granjas, no habiendo hecho progresos en el control de PRRS en granjas de reproductoras, donde la incidencia no ha cambiado en los últimos años. Por el contrario, la incidencia de diarrea epidémica es menor del 10%. La prevalencia de animales positivos sobre las muestras analizadas por grupos de edad ha ido aumentando moderadamente entre destete y sacrificio. El movimiento de cerdos entre granjas que se localizan cerca de granjas de cría demuestra esta dinámica del virus PRRS entre granjas de cría y ceba. El 83% de los sitios de engorde son positivos. Cuando cruzan los datos de prevalencia semanal entre cebaderos y granjas de cría próximos, tienen una asociación positiva en modelos lineales multivariables.
¿Cuándo y cómo se infectan los cerdos de engorde?
En movimientos con camiones, equipos de vacunación, personas o deficiencias sanitarias a pie de granja, transporte de cadáveres, vía aérea. Aquí surge la pregunta de si, aumentando las medidas de bioseguridad en el engorde, podemos reducir la incidencia de infecciones. Los principales cambios están yendo en una mayor disciplina en implementar protocolos básicos 24/7 (cambio de ropa, lavado de manos y medidas de prevención entre visitas a cebaderos), mayor inversión para cambiar los hábitos de las personas que lo ven más como un costo que como una inversión, llevar a cabo trabajos que sean fáciles de aplicar tanto para trabajadores en granja como transportistas, además de prestar atención a los contratos entre integrado e integrador en base a unos incentivos correctos.
Las oportunidades de mejora están en entender los movimientos de animales, personas y acciones tanto dentro como fuera de la granja mediante programas de gestión dentro de las empresas, análisis de los datos y estudio preciso de cada cuadro. Han desarrollado un Programa de Investigación sobre Bioseguridad en engordes. Todas las medidas de bioseguridad vienen estudiándose en granjas de reproductoras desde hace muchos años, pero en la fase de engorde están comenzando a analizarse detenidamente.
Las posibilidades de que los cerdos de engorde se infecten en la ceba semana a semana es elevada. El aumento de casos de PRRS en granjas de cría precede al aumento de cuadros en la fase de destete a planta de beneficio. Los tres pilares para evitar enfermedades se centran en prevenir la entrada del virus en la granja, mitigar la infección y prevenir la transmisión entre los cerdos. Para prevenir la entrada del virus en la granja, un punto crítico son las medidas de bioseguridad de los camiones de transporte de animales desde la granja a la planta de beneficio. Para mitigar la infección, en el caso en que el camión esté contaminado, a menudo el tratamiento higiénico se ve condicionado por las infraestructuras. Y para prevenir la transmisión del virus entre los cerdos, son esenciales los procedimientos de lavado específicos de los camiones de transporte entre fases y la ceba. Los estudios como Glo Germ permiten mejorar las evaluaciones de los procedimientos de higiene de los camiones. Las normas convencionales de diferenciación (línea de separación) entre zona limpia y sucia para los camioneros y personas de la granja a la hora de cargar los animales marcan diferencias a la hora de reducir el riesgo. De la misma manera, debe respetarse la línea de separación entre la persona de la granja que se encarga de cargar los cerdos alojados en la zona de carga y el resto del personal intragranja que colabora a mover los animales desde las cuadras a dicha área. El comportamiento de los cerdos es hostil a las líneas de separación y la primera línea de separación no siempre es respetada por las personas que están a ambos lados. No obstante, los procedimientos de higiene son efectivos para reducir la transferencia del virus entre los camiones de transporte y el interior de la granja. Quedan muchas áreas de mejora como el uso de puertas y barreras, debiendo pensar en remodelar las áreas de carga. Durante los últimos 35 años ha ganado importancia la bioseguridad al tiempo que es más difícil de manejar, tanto dentro como fuera de las granjas (globalización mercados, exportaciones – importaciones, escalas económicas, especialización, contratos entre empresas integradoras e integrados, segregación de la producción, confinamiento total, métodos de eliminación de enfermedades, patógenos emergentes y consolidación del sector).
En cada agente infeccioso, conocer con precisión cómo tiene lugar la transmisión vertical (PRRSv, 8 semanas posterior al brote en la granja de cría) y horizontal – lateral es crítico. Es preciso implementar procedimientos y cambiar la cultura para mantener el virus fuera de la granja ya que su impacto económico es muy elevado (mortalidad, morbilidad, medicaciones, ganancia media diaria, bienestar de los animales y las personas). Los sistemas de filtración de aire son frecuentes en granjas de reproductoras, pero no en la ceba. En la ceba, el uso de medidas sanitarias de entrada de personas es menor que en granjas de cría y éstas son mucho más variables (duchas, ropa, controles y labores de trabajo interconectadas en varios centros). Las medidas de descontaminación de materiales que entran en la ceba son menos frecuentes que en las granjas de cría. Los procesos de limpieza entre lotes – bandas de producción también tienen variaciones-deficiencias con respecto a los estándares y comparativamente con los realizados en granjas de reproductoras. El muelle de entrada y salida de los animales de ceba suelen ser el mismo, mientras que en las granjas de cría son diferentes, con variaciones en los procedimientos de limpieza y desinfección, asociados a la salida de los animales muertos y su procesamiento posterior. A esto podemos añadir el mayor riesgo en los cebaderos al realizarse los trabajos de mantenimiento y vacunaciones por empresas contratadas con personal externo. Debemos prestar especial atención a la diferenciación de zonas sucias-limpias, carga-descarga de animales y protocolos de vacío sanitario. Debemos fijar una cultura de la bioseguridad en la que los trabajadores crean.
El manejo de la sanidad es una parte importante de los parámetros productivos; las medidas de bioseguridad en los centros de engorde son críticas para prevenir la introducción del PRRSv, reducir la circulación interna y minimizar la diseminación regional. Realizan un estudio sobre 63 granjas de destete a planta de beneficio en Iowa y Minnesota para analizar la incidencia y dinámica temporal del virus en engorde y los factores de riesgo. Los criterios de evaluación son el estado sanitario de la granja de origen, la densidad de animales, el sistema de vacío sanitario, la recogida mensual de fluidos orales, los programas de manejo y la valoración de parámetros productivos. La recogida de muestras la realizan a 3-8-12-16-20 y 25 semanas de estancia en ceba mediante 8 cuerdas en las mismas cuadras para obtener los fluidos orales, analizados por RT-PCR y ELISA. Suponen como muestras positivas los sueros con virus con diferencias superiores al 2% del genoma virus vacunal. Se registraron todos los eventos durante la fase de engorde: vacunas, tratamientos, mortalidad, movimientos de personas, clínica, movimientos de animales, eliminación de bajas, salidas a planta de beneficio, entradas de personas.
La mayor tasa de positivos tuvo lugar en las 8 semanas posteriores a la llegada de los animales, con el 26% clasificados como WT-PRRSv con una media de tres variantes diferentes por sistema de producción (empresas) y al menos el 70% de las compañías de producción tuvieron al menos un clúster. La mayoría de las cepas vacunales fueron detectadas en las primeras semanas, y los virus campo a partir de la mitad de la fase de engorde. Los patrones de anticuerpos fueron diferentes, dependiendo de si estaban vacunados, y de si se detectaban o no virus campo. La mortalidad en vacunados fue superior en los centros con presencia de virus campo que en los negativos, al tiempo que superior cuando el virus campo se detectó en fases tempranas vs tardías del engorde.
Se registró el movimiento de personas, visitadores, sistemas de limpieza, mortalidad y manejo de excretas con datos claramente significativos. Asociaron el uso de camiones externos para la retirada de cadáveres con la circulación de cepas de campo, de la misma manera que los casos en granjas posteriores a la entrada de equipos de mantenimiento. El riesgo estimado sobre la comparativa del 50% de los casos se centra en mantener un solo origen para el llenado de la ceba, vacíos sanitarios estrictos entre cebas, transportes controlados en el movimiento de animales, más retirada de cadáveres y atención al movimiento de personas entre granjas.
Tienen 74 000 reproductoras en cinco estados y 1 millón de plazas de engorde. App es una bacteria gram negativa altamente contagiosa caracterizada por alta morbilidad y mortalidad, transmitida por contacto directo mediante secreciones nasales. Con una posible transmisión por aerosoles a corta distancia (< 1 km), facilitando su transmisión los factores de estrés. Tuvieron de forma súbita 20 focos en cerdos de engorde en 9 sistemas de producción diferentes (sobre todo de dos), asociados al serotipo 15 en el periodo de 8 semanas. Descartaron la mezcla de animales de otros orígenes, el alimento, los aerosoles, la granja de multiplicación de Colorado era de alta sanidad y negativa. De los 20 establecimientos de ceba 18 tenían la misma empresa de recogida de cadáveres, con los mismos camiones y conductores que también recogían de otras compañías.
El lunes 10 de enero 2022 aparecen 175 cerdos muertos sin previos signos clínicos y presencia de signos clínicos cuando estaban a punto de cargarse a planta de beneficio. Posteriormente comienzan con abatimiento, cianosis intensa, posición de perro sentado, detectándose lesiones pulmonares características de pleuroneumonía hemorrágica con fibrina y consolidación de lóbulos pulmonares, además de confirmar la bacteria en cultivo y mediante PCR. Se trataron con ceftiofur sódico RTU. Alcanzaron un pico del 35,91% de mortalidad, llegando a tener el diagnóstico preciso en el laboratorio de Iowa State University a las dos semanas de comenzar los signos clínicos.
Las medidas específicas de riesgo en bioseguridad se centraron en los tratamientos inyectables con aguja, la relajación de las medidas de manejo e higiene (contaminación equipos), equipos contratados para labores de vacunación con relaciones familiares entre compañías. Debemos prestar atención en la interacción entre lo que debemos hacer y qué podemos controlar (“Think than matter vs Think than you can control”). El diagnóstico temprano después de reconocer pronto los signos clínicos es crítico para minimizar el impacto económico de la enfermedad. Muchas personas conocen la forma correcta de hacer las cosas, pero no tanto su ejecución en la práctica. La colaboración entre las personas que trabajan en la granja de cría y sitios dos + tres son críticas para tener una información precisa del estado sanitario de los animales y los riesgos que se asumen.
La aceptación social de nuestras actividades ganaderas incluye las prácticas y procedimientos con los trabajadores de granjas, plantas de beneficio y público en general. Se espera de nosotros un elevado bienestar animal, buenas condiciones medioambientales, seguridad alimentaria, salud pública y seguridad de los trabajadores, requiriendo que seamos responsables y transparentes a la hora de proveer al mundo sus necesidades de proteína de alta calidad. “Hard to win, Easy to lose”.
Los coronavirus entéricos porcinos se encuentran de forma persistente en el medio ambiente. En diferentes estudios de prevalencia no encontraron correlación entre muestras PCR positivas del ambiente y el éxito en su eliminación. Sí fueron más eficaces las medidas de limpieza y protocolos de vacíos sanitarios.
La vacunación frente a Lawsonia intracellularis demuestra resultados positivos. En un metaanálisis, la vacunación oral mejora la ganancia media diaria (+37 g) y el índice de conversión (-36 g), al tiempo que reduce la mortalidad un 0,78%, arrojando un beneficio de USD 8,30 sin incluir el costo de la vacuna. Además, la vacunación de las cerdas da lugar a anticuerpos que pasan a su camada. Numerosos trabajos demuestran que la bacteria se detecta a las 15 semanas de edad con un pico a las 22. La respuesta serológica a la vacunación es pobre, pero se observa una significativa menor excreción fecal por PCR y una menor ratio de positivos. En algún trabajo, el uso de programas de dos dosis da lugar a una protección más robusta que con una sola dosis.
Escherichia coli es un patógeno digestivo frecuente en lechones destetados y responsable de la enfermedad de los edemas. Los genotipos aislados por PCR nos sirven para definir los virotipos envueltos en la infección, sirviendo para detector los genes que codifican los factores de virulencia, como las toxinas y adhesinas. Desde hace unos años, las técnicas de secuenciación del genoma (WGS) permiten una mayor discriminación genómica de los aislamientos bacterianos, además de permitirnos identificar nuevos genes o sus variantes envueltas en la virulencia de dicha bacteria. Nos ayuda a predecir patotipos y sus propiedades patogénicas, como el caso de los patotipos híbridos, como la cepa actual ETEC/STEC:F18, que se transporta en un plásmido simple, sugiriendo su importancia en la emergencia de nuevos patotipos híbridos, responsables también de la presencia de resistencias antibióticas, lo que nos ayudará a realizar mejores tratamientos y estrategias de control.
El nuevo plan de mejora de la sanidad porcina en EE.UU (National Playbook) es una iniciativa de colaboración entre la industria, el estado y socios federales, teniendo el objetivo de mitigar los riesgos de introducción de enfermedades mediante medidas de bioseguridad y trazabilidad estandarizadas. En este año 2022 están formando parte del mismo el 34% de las granjas de engorde y el 40% de las granjas de reproductoras www.usswinehealthimprovementplan.com
En los programas de erradicación de Mycoplasma hyopneumoniae se incluye el cierre de la granja y las medicaciones basados en la exposición del efectivo reproductor y la duración de la persistencia del patógeno posterior a su infección (214 días). La aplicación de aerosoles conteniendo tejido pulmonar con la bacteria se ha adoptado rápidamente en EE.UU para realizar la exposición del agente a las cerdas de reposición antes de ponerlas en contacto con el efectivo reproductor. El porcentaje de muestras positivas a PCR es de un 97% a los 30 días después de la exposición y del 3% a los 8 meses. El valor Ct es menor en las cerditas de reposición que en las cerdas en producción expuestas. El tiempo desde la exposición de las nulíparas a su entrada en la granja continúa siendo un factor determinante. Las muestras para el diagnóstico son preferiblemente las extraídas del tracto respiratorio inferior. Valores Ct <37 por real-time PCR se consideran positivos y sugieren colonización por Mycoplasma hyopneumoniae. Son precisos más trabajos de investigación para demostrar y diferenciar entre cerdas que tienen una verdadera infección o si los animales dentro de la granja pasaron la infección antes, incluidas sus camadas. La infección por Mycoplasma hyopneumoniae en tracto respiratorio tanto superior como inferior da lugar en las primeras fases de la misma a una alteración del microbioma en diferentes tramos del aparato respiratorio, que van cambiando a lo largo del tiempo cuando la infección persiste hasta los ocho meses.
En un estudio realizado en México sobre 47 646 pulmones de 33 granjas, la mayor prevalencia de lesiones pulmonares se debió a neumonía enzoótica y pleuroneumonía.
En estudio de supervivencia del virus gripe en EE.UU llevan a cabo toma de muestras (tejido pulmonar y exudados nasales) en cerdos con clínica, observando una gran diversidad vírica y dinámica evidente de transmisión desde las cerdas a sus lechones tanto lactantes como destetados. La diseminación de virus entre humanos y porcino se evidencia, y el desarrollo de vacunas autógenas para reducir la clínica y la diseminación viral en el futuro se ponen de relieve. En las infecciones por virus influenza suelen aparecer bacterias oportunistas que agravan la clínica y la mortalidad, estimándose que dichas coinfecciones pueden provocar pérdidas de entre USD 3-10/cerdo. Son frecuentes las coinfecciones por Mycoplasma hyorhinis, Glaesserella parasuis, Streptoccocus suis y Pasteurella multocida como bacterias sistémicas. Hay una relación 75/25 en cuanto a las infecciones mixtas virus + bacterias frente a infecciones sólo por el virus. En los aislamientos realizados entre 2012 y 2021 en la Universidad de Minnesota, el serotipo de gripe más frecuente fue el H1N1 (34%) seguido del H1N2 (22%) y del H3N2 (19%), no observando ninguna correlación positiva entre subtipos del virus y agentes bacterianos secundarios concretos.
Estreptococcus suis es un agente infeccioso de gran relevancia en la industria porcina, tanto a nivel económico como de bienestar. Las cepas, tanto comensales como patógenas, conviven dentro del cerdo, siendo relevante la identificación de las cepas que producen clínica para el desarrollo de vacunas autógenas y programas de control de la enfermedad. Recientemente se han descubierto los genes asociados a la virulencia (VAGs) indicadores de la patogenicidad (SSU_RS03100, SSS_RS09155 y SSS_RS09525). En el estudio sobre numerosos aislamientos de serotipos y cepas que resultaron patógenas, el 100% tienen dichos genes asociados, encontrando un pequeño número que no se asociaron con su patogenicidad, por lo que es preciso continuar investigando este pequeño grupo de serotipos y cepas para definir su correlación con dichos indicadores de patogenicidad.
PÓSTERS
Aplicando vacunas frente a virus PRRS en lechones, varios trabajos demuestran la mejora de parámetros productivos y reducción de excreción del virus de la vacuna, refiriendo pruebas entre diferentes vacunas con resultados variables.
El análisis de muestras congeladas analizadas posteriormente por PCR demuestra que tiene poco impacto en la detección de ARN PRRSv, siendo mayor en muestras de fluidos orales que de suero.
Para el diagnóstico de la peste porcina africana, la aplicación de líneas celulares ZAM demuestra resultados interesantes, tanto en su aislamiento como en su propagación estable y producción de vacunas candidatos vivas atenuadas.
El 95% de todas las muestras de porcino testadas en EE.UU se realizan en cinco centros: Iowa State University, University of Minnesota, South Dakota State University, Kansas State University y Ohio Animal Diseases Diagnostic Laboratory, realizando reportes mensuales agrupados en diferentes fases de producción. Analizan más de 2,6 millones de muestras de más de un millón de casos, principalmente de siete enfermedades endémicas: PRRS, diarrea epidémica porcina, deltacoronavirus porcino, gastroenteritis transmisible, neumonía enzoótica, circovirosis porcina y gripe porcina. En los meses más fríos la mayor detección es de virus PRRS, virus de la diarrea epidémica porcina y deltacoronavirus, así como Mycoplasma hyopneumoniae en los meses de septiembre a noviembre. El incremento en detección de virus PRRS entre octubre y noviembre de 2020 fue asociado a la emergencia de cepas de alta patogenicidad (línea 1C variante de RFLP 1-4-4), como también ocurrió con la gripe porcina. Durante la primera parte de 2021 aumentó la detección de deltacoronavirus y hubo una masiva detección de virus de diarrea epidémica en 2022. Desde 2021 se han detectado picos de cuadros asociados a salmonelosis, Circovirus tipo 2, Escherichia coli y Actinobacillus pleuropneumoniae www.fieldepi.org/SDRS
En cuadros de Peste Porcina Africana cronificada no están bien caracterizados los grados de sensibilidad y especificidad de varias de las técnicas diagnósticas, siendo preciso realizar estudios para conocer mejor el uso de los métodos de detección tanto del virus como de sus anticuerpos.
El Circovirus porcino (PCV-2) en cerdas reproductoras puede causar trastornos productivos ligados a la transmisión vertical del virus a los fetos vía intrauterina, por lo que la vacunación de las cerdas puede ayudarnos a reducir dicho contagio. Desarrollan la técnica de diagnóstico para valorar dicha transmisión analizando muestras de lengua de lechones recién nacidos, lo que nos permite tener un diagnóstico tanto cualitativo como cuantitativo del problema (qPCR). No observaron ninguna reacción adversa en la vacunación y revacunación de los efectivos reproductores, y sí una reducción en la cantidad de virus excretados después de la vacunación. Así, monitorizar la estabilidad de las granjas de cría mediante análisis de lenguas de lechones nacidos muertos es factible.
La PCR de PRRSv (real time PCR) nos es de utilidad para analizar la carga vírica en diferentes muestras junto con el valor Ct para evaluar la eficacia de ciertas vacunas o simplemente para valorar el estado de la granja frente al virus. En la literatura encontramos una gran dispersión en cuanto al valor de referencia, no sólo frente a PRRSv (tejidos y sueros), sino también en cuanto a PCV2 (tejidos y sueros), Lawsonia intracelullaris (tejidos y heces) y Mycoplasma hyopneumoniae, lo que nos origina problemas a la hora de interpretar los resultados.
La interpretación frente a virus PRRS de la secuencia ORF-5, a la hora de determinar si existe al menos un 2% de nucleótidos diferentes para diferenciar entre cepas de virus campo y vacunales, es pragmática. Nos puede ayudar tener en cuenta la edad de la vacunación, sobre todo en lechones y cerdos de engorde, ya que en estos casos existe una correlación positiva con el porcentaje de nucleótidos diferentes a las cepas de vacunas, aumentando a medida que aumenta la edad del cerdo. En una misma muestra podemos encontrar tanto el virus salvaje como el virus de la vacuna en concentraciones similares, por lo que la interpretación de los resultados puede ser compleja.
Rotavirus son patógenos digestivos, que se encuentran en gran número de animales jóvenes, tanto humanos como cerdos. En porcino se han descrito los genogrupos A, B, C, E y H, siendo los más reportados, tanto en porcino como en personas, los A, B, y C. Se clasifican según 11 segmentos virales de su genoma, especialmente por VP7 (glicoproteina) y VP4 (sensibilidad a proteasa). Recientemente han reemergido nuevos genotipos en diferentes regiones del mundo, evidenciando una compleja epidemiología. En la Universidad de Minnesota, sobre 122 secuencias de rotavirus A y C determinaron que los de mayor prevalencia fueron los genotipos G9P para el A y el G16P para el B, así como el G1P para un potencial nuevo genotipo.
Antonio Palomo Yagüe