Jamones del Huila: ejemplo de desarrollo y eficiencia en Colombia

Sus instalaciones están ubicadas en el municipio de Garzón, Departamento de Huila, en la vereda Majo, la empresa fue creada en el año de 2014, gracias al Fondo Emprender, este es un fondo de capital semilla creado por el Gobierno de Colombia que tiene como objetivo apoyar proyectos productivos que cumplen determinados requisitos.

Gracias a la obtención de recursos la empresa inicio con 30 hembras de cría con la finalidad de vender toda la producción de lechones, sin embargo, hoy en día cuenta con 90 hembras de cría y se realiza el ciclo completo, el ritmo de producción se da en bandas catorcenales, teniendo en cuenta la optimización de instalaciones y el flujo adecuado de animales para la comercialización.

El objetivo de la compañía desde su inicio ha sido lograr los mejores parámetros productivos, para ello se trabaja con un equipo joven, capacitado en cada una de las áreas de producción. De igual manera, se cuenta con asistencia técnica profesional para la planeación y ejecución de estrategias que contribuyan al logro de las metas establecidas. La dieta utilizada está formulada específicamente para la granja, garantizando el cubrimiento de los requerimientos nutricionales para obtener el mejor desempeño de los animales (Figura 1).

El trabajo diario está fundamentado en los siguientes pilares, proyectados para lograr los mejores resultados: recursos humanos, instalaciones, nutrición, genética, sanidad, bienestar animal, bioseguridad y sostenibilidad ambiental.

La potabilización del agua para el consumo de los cerdos se realiza con una planta de ozono. Lo que garantiza parámetros microbiológicos y fisicoquímicos para el bienestar y sanidad de los cerdos.

En cuanto al compromiso de la empresa con el medio ambiente, se cuenta con un plan que permite responder a las necesidades ambientales con impacto mínimo, de modo que se cuenta con un separador de sólidos, que permite fraccionar la parte líquida que se usa para fertilizar los cultivos de pasto para el consumo del ganado y la parte sólida para generación de abono orgánico.

Pablo Tamayo, propietario de la granja asegura que su objetivo nunca fue tener la granja más grande en número de hembras, pero sí la más productiva. Día a día, año tras año, la evolución es destacable, de 2015 a 2021, se dio un aumento de aproximadamente 7 lechones/destetos/hembra/año. Esto permitió destetar cerca de 35 lechones por hembra para 2021, la evolución continúa en 2022, esperan cerrar el año con más de 38 lechones destetos por cerda (Figura 2).

Rossember Olaya, asesor técnico del plantel dio a conocer tres puntos claves para el éxito del proyecto, primero: recurso humano, que debe estar motivado para que realice las labores con compromiso; el segundo es conocer la granja, su genética, su nutrición, su sanidad, ya que no todas las granjas son iguales; y el tercero: es pensar diferente no enmarcarse siempre dentro de los estándares, sino al contrario pensar que se puede hacer algo diferente para lograr los objetivos.

Lo anterior ha requerido de un trabajo dinámico desde 2018, con relación al levante de la hembra de reemplazo y su preparación para la vida productiva, se controla su condición corporal a través de curvas de crecimiento que se obtienen con la asesoría de una empresa de nutrición. A la vez, se les suministra un alimento específico desde el levante, debido a que se busca un desarrollo robusto de la hembra, mucho más conformada y mucho más longeva.

En lactancia (Figura 3) se hace un trabajo individual, es decir, según el comportamiento de las cerdas en esta etapa se ajusta el manejo nutricional, no se siguen estándares tradicionales de alimentación. Esta estrategia ha dado excelentes resultados en cuanto a productividad, actualmente la mortalidad de hembras no sobrepasa el 6%.

La gestión de datos se realiza mediante software, en el cual se analiza el árbol de productividad para detectar dónde se encuentran las oportunidades de mejora. A su vez, se definen en conjunto con el equipo los objetivos y metas que deben cumplirse, involucrando a todos los miembros de la granja, se hacen seguimientos diarios, mensuales y trimestrales según sea el caso, pero se busca una continua retroalimentación.

Para la empresa el recurso humano es fundamental (Figura 4), por esta razón, los colaboradores gozan de bonos por cumplimiento de metas y tienen otros incentivos, reciben capacitación no solo en temas técnicos sino también en habilidades blandas, así mismo se enteran de todo los cambios y actividades a realizar antes de la ejecución porque se consideran parte importante en el engranaje de la empresa.

Además, gracias al arduo trabajo que realizan hoy en día cuentan con reconocimientos como Granja Certificada Porkcolombia quien les otorgo nivel plata en bienestar animal y bioseguridad y son Granja certificada en BPM otorgada por el ICA.

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