7 de octubre de 2022/ FAO.
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El índice de precios de los cereales de la FAO registró en septiembre un promedio de 147,8 puntos, o sea, 2,2 puntos (un 1,5 %) más que en agosto y 14,9 puntos (un 11,2 %) por encima de su valor de septiembre de 2021.
En septiembre, los precios internacionales del trigo repuntaron un 2,2 %, impulsados por la mayor incertidumbre acerca de la continuidad de la Iniciativa de Granos del Mar Negro después de noviembre y el posible efecto en las exportaciones de Ucrania. Además, la preocupación por las condiciones de sequedad en la Argentina y los Estados Unidos de América, así como el ritmo acelerado de las exportaciones de la Unión Europea sumado a la mayor demanda interna de trigo del bloque en un contexto de mayor escasez de la oferta de maíz, contribuyó a reforzar los precios del trigo.
Los precios internacionales de los cereales secundarios volvieron a subir ligeramente (un 0,4 %) en septiembre, mostrando tendencias dispares. Los precios mundiales del maíz se mantuvieron prácticamente estables (+ 0,2 %), ya que la fortaleza del dólar de los EE.UU. contrarrestó la presión ejercida por las perspectivas de mayor escasez de la oferta debido a la nueva reducción de las previsiones acerca de la producción en los Estados Unidos de América y la Unión Europea y la incertidumbre sobre las exportaciones de Ucrania. Los precios internacionales de la cebada descendieron un 3,0 %, fundamentalmente a causa de la mejora de las perspectivas sobre las cosechas en Australia y la Federación de Rusia, mientras que los precios mundiales del sorgo aumentaron un 13,2 % debido a la reducción de las perspectivas de producción en los Estados Unidos de América. El índice de precios de la FAO para todos los tipos de arroz subió un 2,2 % en septiembre. Los precios del arroz índica encabezaron este aumento, al subir en respuesta a cambios en la política de exportación de la India, lo cual alentó la expectativa de que los compradores recurrieran a otros proveedores de arroz. Las perturbaciones del mercado y la incertidumbre sobre la producción causadas por las graves inundaciones en el Pakistán contribuyeron a reforzar los precios. No obstante, la atonía general de la demanda ayudó a limitar la subida de los precios del arroz.