Efecto de diferentes niveles de aminoácidos en cerdos de engorde sobre el rendimiento y la calidad de la canal

Los costes del pienso son una gran parte del coste total de la producción porcina, por lo que la optimización de la estrategia de alimentación aumenta el beneficio. La mejor opción es hacer coincidir la oferta con las necesidades. Se ha demostrado en algunos estudios que los cerdos pueden mostrar una respuesta de crecimiento compensatorio después de un período de restricción energética o proteica, pero no está claro si el crecimiento compensatorio va acompañado de un incremento de los requerimientos de aminoácidos. Por lo tanto, el objetivo del estudio fue determinar si los cerdos de engorde para carne magra reaccionan de forma diferente con una dieta alta o baja en aminoácidos si los niveles de aminoácidos se reducen en las fases de engorde previas. Para ello, 96 primerizas se dividieron en cuatro tratamientos, en un diseño factorial 2x2. Los dos factores fueron el nivel de aminoácidos en la primera fase y al inicio de la segunda fase del engorde, y el nivel de aminoácidos al final de la segunda fase del engorde. En las dietas bajas en aminoácidos, se disminuyeron los niveles de lisina, metionina, treonina y triptófano en un 20% y un 30% en la primera fase y dos segundas fases del engorde, respectivamente. Los cuatro tratamientos combinaron los niveles de aminoácidos altos vs. bajos en la primera fase y al inicio de la segunda fase del engorde, con niveles altos vs. bajos al final de la segunda fase del engorde. Se pesó individualmente a todos los cerdos cada semana. Se registró el consumo de pienso por corral y se calculó el consumo medio diario de pienso así como la ganancia media diaria y el índice de conversión. En el matadero, se estimó el contenido de carne magra en la canal.

Los resultados mostraron que la restricción de los niveles de aminoácidos en la primera fase y al inicio de la segunda fase del engorde condujo a una reducción de la tasa de crecimiento pero mejoró la eficiencia del uso de aminoácidos, que se prolongó en la fase posterior. Los cerdos alimentados con una dieta alta en aminoácidos al final de la segunda fase del engorde pudieron compensar en gran medida la restricción de aminoácidos en la primera fase y al inicio de la segunda fase del engorde. El contenido de aminoácidos al final de la segunda fase del engorde determinó la calidad de la canal. En las primerizas para carne magra usadas en este estudio, restringir las concentraciones de aminoácidos en un 20% en la primera fase del engorde y un 30% al inicio de la segunda fase aumentó la tasa de crecimiento y la eficiencia de crecimiento al final de la segunda fase del engorde.

En conclusión, para obtener una buena calidad de la canal, es fundamental proporcionar a los animales una dieta equilibrada al final de la segunda fase del engorde.