El control objetivo de la bioseguridad (1/2)

Cristina EscuderoInmaculada DíazMaría Aparicio ArnayCarlos Piñeiro
18-ene-2021 (hace 3 años 11 meses 4 días)

Generalmente la bioseguridad se ha basado en el cumplimiento subjetivo de protocolos cuyo seguimiento nunca se podía garantizar completamente. Actualmente, estas medidas teóricas de control se pueden complementar con nuevos enfoques y tecnologías que disminuyan el riesgo de incumplimientos o fallos en su aplicación.

Importancia de la bioseguridad

La bioseguridad se define como la implementación de medidas para reducir el riesgo de introducción y propagación de patógenos, que mejoran el estado sanitario y reducen la necesidad de antibióticos.

En nuestro equipo, cuando realizamos auditorías de bioseguridad encontramos errores muy similares en todo el mundo, relacionados con incumplimientos del protocolo o desviaciones que no son aceptables, ya que no suele existir la figura del responsable de bioseguridad que controle las mismas. Además, el trabajo del responsable se complica por no disponer de herramientas objetivas de medición de los parámetros controlados. Al margen de este tipo de evaluaciones, no contábamos con otras formas de medir de forma objetiva el nivel de bioseguridad de una empresa o granja.

Creando un nuevo tipo de datos

La bioseguridad se caracteriza por ser un concepto transversal y que afecta a todas las áreas de producción y, lo que añade gran complejidad a su control efectivo, resultando por tanto de gran ayuda cualquier sistema que nos ayude a ese control y más de una manera objetiva, cuantificable y automática (Figura 1).

Figura 1. Sistema de control de la bioseguridad.

El control subjetivo abarca el enfoque clásico que se viene efectuando hasta ahora y que está basado en la recopilación de datos de las granjas, encuestas y listas de verificación de las tareas establecidas. Para llevar a cabo este control de manera óptima, recomendamos seguir los siguientes dos pasos:

  1. Realización de una encuesta estandarizada que permita conocer de manera general el estado de la granja en cuanto a cada una de las áreas importantes que afectan a la bioseguridad. Recomendamos trabajar con Biocheck de la U. de Gante que nos permite compararnos con más de 2.000 granjas en todo el mundo. Esto nos permitirá tener una primera foto general de la situación de la granja.
  2. Auditoría de bioseguridad. Dirigida a conocer con mayor profundidad la situación de la granja en base a la encuesta efectuada y a la inspección realizada en la propia granja. Incluye 4 pasos:
    1. Recogida de información específica, incluyendo al menos el (mapa detallado de la granja, estado sanitario, protocolo de adaptación de primerizas y protocolos generales de bioseguridad.
    2. Procesado de la misma, integrando la misma con la obtenida de la encuesta.
    3. Visita a la granja, para conocer la situación real y compararla con la información recibida. Incluye además entrevistas con el personal.
    4. Integración de toda la información recogida y propuesta de un plan de acción que debe asegurarse en su cumplimiento posterior mediante reuniones periódicas en un plan concreto y estructurado a corto, medio y largo plazo. Solo de esta manera se consigue mantener el interés, ser constante en el esfuerzo y evitar caer en el agobio de los primeros momentos.

Por otro lado, el control objetivo se basa en datos cuantificables que pueden ser obtenidos de tecnologías digitales, capaces de registrar de manera precisa y almacenar información relacionada con la bioseguridad, tanto externa como interna.

Rutas de riesgo

Aunque la bioseguridad externa es, posiblemente, la más avanzada en granjas convencionales, existen pocos datos disponibles. Y, para abordar esa brecha, aparecen dos opciones:

Próximamente veremos cómo controlar de manera objetiva la bioseguridad interna, que tiene como objetivo principal prevenir que una enfermedad ya existente en la granja se propague a otras zonas. Veremos también qué datos se generan y cómo podemos utilizarlos.